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Sánchez sella el pacto con Junts y el rechazo con los españoles

La izquierda española cerró esta semana los acuerdos que garantizan la investidura de Pedro Sánchez como jefe de gobierno. El pacto alcanzado con los independentistas catalanes de Junts resonó en todos los sectores, incluso dentro de filas socialistas y comunistas, mientras que los partidos de la derecha respondieron con movilizaciones en la calle.

Con los pactos firmados por los socialistas (PSOE) con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y con Coalición Canaria (CC), Sánchez se asegura un apoyo por encima de la mayoría absoluta: 179 votos en el Congreso para su investidura, de los 350 que tiene la Cámara.

Sin embargo los acuerdos alcanzados con los partidos independentistas catalanes ERC y Junts, que consiguieron una amnistía para los implicados en el proceso secesionista catalán desde 2012, suponen un gran desgaste político para los socialistas, con manifestaciones y acosos a sus sedes por parte de la ultraderecha.

Esta situación se refleja en la encuesta que publicó hoy el centro demoscópico público, en la que el PSOE pierde casi un punto y medio en intención de voto, mientras que el PP gana 1,7 puntos y sería el partido ganador si hubiera elecciones.

Pero pese a todo, la investidura de Sánchez ya es posible, aunque aún no se conoce la fecha del pleno del Congreso donde se debatirá, pero todo indica que se producirá la próxima semana.

El rechazo

La amnistía acordada por el PSOE con los partidos independentistas catalanes provocó una inmediata reacción en contra del poder judicial, tanto desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano de gobierno de los jueces, como desde organizaciones profesionales de este sector.

El CGPJ, cuyo mandato caducó hace cinco años y no se renueva por el bloqueo de la oposición conservadora, comunicó a las instituciones europeas «los graves episodios de ataque al Estado de derecho y la separación de poderes» en España tras el acuerdo entre el partido socialista (PSOE) y los independentistas catalanes de Junts. Y explica que «con el fin de obtener su apoyo para ser nombrado presidente del Gobierno de España» Sánchez «ha pactado con un prófugo de la justicia su impunidad», en referencia a Carles Puigdemont, líder de Junts y huido de la Justicia española desde el proceso secesionista de 2017.

Por otra parte, la principal organización empresarial española, CEOE, aseguró que el pacto alcanzado entre PSOE y Junts es contrario al Estado de Derecho y genera inseguridad jurídica para las empresas.

En declaraciones remitidas a los medios, el vicepresidente Lorenzo Amor, manifestó la preocupación del tejido empresarial que provoca el acuerdo, que será analizado en una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo de la CEOE el próximo lunes.

La calle camina por su tercera semana de protestas desde que se conoció que se ultimaba el acuerdo con Junts, y para el domingo el Partido Popular convocó concentraciones en toda España contra la amnistía.

La número dos del partido, Cuca Gamarra, llamó a los «ciudadanos indignados» a manifestarse contra el acuerdo alcanzado por PSOE y Junts, e hizo un llamamiento también a algunos dirigentes socialistas que se oponen a esos pactos, pese a que el 87 % de los militantes del PSOE los apoyaron en una consulta.

En una rueda de prensa en la sede el PP, Gamarra reiteró que su partido usará todas las vías a su alcance para articular una respuesta «seria y contundente» y dijo que recurrirán a «la vía judicial, la política y la parlamentaria».

Una investidura que solo respaldan tres de cada diez españoles

Cientos de miles de personas —dos millones, según el PP, y 450.000, según las delegaciones de Gobierno— han abarrotado este domingo el centro de Madrid y otras ciudades españolas en la convocatoria del PP en protesta contra Pedro Sánchez y la ley de amnistía. A las manifestaciones también se ha sumado Vox, cuyo líder, Santiago Abascal, ha asistido al acto celebrado en la Puerta del Sol de la capital, que ha reunido a cerca de un millón de personas, según convocantes, cifra que Delegación del Gobierno ha rebajado a 80.000 asistentes.

En Madrid, los cánticos de «España no se vende», «Puigdemont a prisión» e insultos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez también han incluido el reclamo de «huelga general».

«Si se me ocurriera pactar lo que está acordando Pedro Sánchez, habría una gran huelga general en toda España«, ha pronunciado Feijóo en su discurso, en el que ha arremetido contra Sánchez durante la mayor parte: «Hace de sus necesidades personales problemas para los españoles; de su avaricia, inmoralidad, y de su egoísmo, humillación«.

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