Actualidad Nacional

Chávez inicia Campaña Bolivariana de Alfabetización

El presidente (%=Link(«/bitblioteca/hchavez/»,»Hugo Chávez»)%) hizo un llamado a los jóvenes encargados de la Campaña Bolivariana de Alfabetización.

Sostuvo que la (%=Link(«/bitblioteca/congreso_venezuela/ley_telecomunicaciones.asp»,»Ley Orgánica de Telecomunicaciones»)%) es la más avanzada del mundo. Pero dijo que ni esa ley ni el petróleo son más importantes que el acto de hoy, pues esos aspectos no tienen relevancia si no hay educación, si los niños se mueren de hambre, si no hay escuelas técnicas. Declaró que hay que poner en primer lugar al ser humano. Criticó el individualismo. Debemos rescatar el principio de “amar a tu prójimo como a ti mismo”. “Me atrevo a decir que debemos amar al prójimo más que a nosotros mismos”, añadió.

Dijo que la educación estaba abandonada, gracias al neoliberalismo, que piensa que la “mano invisible” debe regular el mercado. Dijo que es una “mano peluda”, que además no es invisible. Entre otras cifras de desigualdad que citó, dijo que el 91% de Internet está en los países más ricos. Insistió en que Venezuela puede ser un país de clase media.

Anunció que se va a recuperar el río Guaire, de Caracas, actualmente contaminado. También refirió que hoy va a inaugurar una planta de tratamiento de aguas servidas, que forma parte de un plan para rescatar el Lago de Valencia, que había sido abandonado.

Recordó sus tiempos de alfabetizador, cuando tenía 12 años y utilizaba el libro Abajo cadenas. Pero que no tenían ningún apoyo del estado en cuanto a recursos u orientación. Declaró que ahora él quiere participar activamente en la campaña de alfabetización que hoy se inicia. Ofreció todo el apoyo del Ejecutivo en sus instituciones tanto civiles como militares.

A continuación el texto de la intervención del Jefe de Estado:

Aquí lo que sentimos precisamente es la esencia de la revolución bolivariana, aquí estamos en presencia de la esencia de la revolución: los seres humanos, los bolivarianos y especialmente, pero muy especialmente, la juventud bolivariana, la juventud venezolana.

Yo me siento muy feliz de estar aquí presenciando y viviendo con ustedes este acto que tiene tanta importancia en el proceso que estamos impulsando. Repito la palabra, ustedes lo saben, pero es bueno que estemos cada día más conscientes de ello, esto que estamos haciendo hoy forma parte del carácter esencial de la revolución, es como el hidrógeno y el oxígeno del agua, la molécula de hidrógeno del agua. No hay agua sin hidrógeno, pues no hay revolución sin revolucionarios.

Permítanme darle mi palabra de agradecimiento, de reconocimiento y sobre todo, de estímulo a todos quienes han venido trabajando desde el año pasado en este proceso de diseño, elaboración e impulso de un proyecto educativo nacional, porque no había proyecto educativo, no existía, siempre pongo ese ejemplo, si un grupo de personas, unos estudiantes salen, por ejemplo, de quinto año de bachillerato como estoy seguro van a salir algunos de aquí, de estas promociones o salen de una escuela técnica, un tecnológico, se gradúan, pues y van a pasar unas vacaciones, un viaje en grupo para celebrar ese hecho trascendental, necesario es hacer un plan aunque vayan a ir aquí a la esquina. Vamos a ir al río Apure a pasar un fin de semana o vamos a ir a las montañas de Mérida o vamos a ir a las playas de Anzoátegui o de Monagas o de Nueva Esparta o de Vargas o van a ir a conocer el maravilloso Lago de Maracaibo o las montañas de Trujillo y el jardín de Boconó o van a conocer el Valle de Aragua o las bellezas de Carabobo y el Lago de Valencia o las montañas de María Lionza allá en Yaracuy o las Lomas de Cubiro en Lara o la Gran Sabana en el Estado Bolívar o el Delta del Orinoco o las inconmensurables bellezas del Amazonas venezolano o las sabanas de Portuguesa, la tierra del Silbón es Portuguesa, ahí sale El Silbón o la Península de Paraguaná y las bellezas de Falcón o las montañas y el piedemonte del Táchira y el sur del Lago de Maracaibo, Cumaná, Carúpano, bueno, que sé yo, Coche, Cubagua, la Isla de Margarita, o las sabanas de Cojedes o quieren venir a conocer las bellezas de Caracas, la cuna del Libertador, venir a subir al Avila, por ejemplo o conocer la Casa Natal de Bolívar, el Panteón Nacional, las maravillas de Caracas, las playas de Miranda, bueno, todo lo que es Barlovento y oír los tambores de Barlovento o los Valles del Tuy. En fin, lo que quería decir y se me hizo un poco largo, es que se me ocurrió nombrar los apureños y los apureños armaron la sampablera.

O quieren conocer las sabanas de Barinas, Sabaneta de Barinas y esas bellezas que hay por el río Boconó. El Estado Bolívar, quieren conocer la Gran Sabana –ya lo dije- Bueno, un grupo cualquiera que quiera pasar unas vacaciones en cualquier parte debe hacer un plan, toda actividad humana está sujeta a un plan aunque sea muy sencillo, un fin de semana no sé dónde, hay que sacar cuentas, en qué me voy, quiénes vamos, vamos en nuestro carro o el carro está malo, nos vamos en autobús o en avión, cuánto dinero tenemos para pasar unos días, vamos a dormir en un hotel o en una casa, qué vamos a comer, hay que hacer algún pequeño plan, todo en la vida es bueno planificarlo con flexibilidad porque un plan debe ser muy flexible, sujeto a cambios continuos. Si eso es para unas vacaciones de una familia ¡cuánta necesidad le hace a una nación, a un pueblo, contar con un plan de desarrollo y más aún, un plan educativo nacional, por eso quiero comenzar por allí.

¡Qué bueno, qué grande, que ahora sí tenemos por primera vez en muchos años un plan educativo nacional para el pueblo venezolano y eso es muy importante! Este es un plan de largo plazo porque la educación venezolana demás está decirlo, tristemente hoy, es una de las peores del mundo, eso es verdad. El nivel educativo y el rendimiento educativo y los resultados educativos de Venezuela en el siglo XX se vinieron abajo como parte del fracaso de todo un tiempo que vivimos. Aquí fracasaron los modelos políticos, económicos, sociales, y hoy estamos comenzando a resucitar. Venezuela está resucitando y de qué manera, de qué y con qué alegría, con qué espíritu, con cuánta bandera, con cuánto aliento.

También quiero resaltar lo siguiente y reconocer el trabajo del Ministro Héctor Navarro, de todo su equipo de trabajo, todo el personal, hombres y mujeres que están empeñados y dedicados a tiempo completo en este esfuerzo a nivel nacional, regional y local, venciendo cuántas trabas, cuántos obstáculos.

Hay que resaltar también la manera como se está haciendo el Proyecto Educativo Nacional, ese proyecto no se hizo encerrados un grupo de expertos que saben mucho, encerrados en el Ministerio de Educación elaborando un Plan Nacional para después imponerlo a los demás. No, desde el año pasado comenzamos a trabajar en el proceso llamado Constituyente Educativa y eso recorrió aulas de escuelas primarias, secundarias, de universidades en un proceso donde participaron casi cien mil estudiantes, profesores, padres, representantes, estudiosos del proceso, los que viven y sufren el proceso educativo y de esa Constituyente Educativa, de cuántas asambleas pequeñas, medianas y grandes surgió el Proyecto Educativo Nacional, es un proceso realmente democrático similar, en menor dimensión por supuesto, al proceso que dio origen a esta una de las mejores Constituciones del mundo como es la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Nosotros sí estamos demostrando cómo nace una democracia, nosotros sí estamos demostrando ahora cómo nace una democracia y en esto quiero insistir, compatriotas todos, es necesario que esta democracia que está naciendo, esta República que está naciendo nazca derechita y no así como dice el dicho popular “árbol que nace torcido nunca su rama endereza”.

La falsa democracia que terminó, que acabó, cuyo capítulo perverso cerró sus puertas, que nació en 1958 nació con las ramas torcidas y nunca pudo enderezarlas. Murió, fracasó. Ahora la hemos enterrado. Que en paz descanse el Pacto de Punto Fijo. Bastante daño le hizo a Venezuela. Claro, aquella gente por allá en 1958, yo tenía cuatro años de edad, aquí las mujeres que están ninguna había nacido, las profesoras no habían nacido, ninguna había nacido. Los caballeros algunos habíamos nacido ya. Dávila, por ejemplo, tenía ya como cinco años, el Ministro Dávila. El Vicepresidente tendría como ocho, lo cierto es que yo tenía cuatro años cuando comenzó la falsa democracia que acaba de morir, que hemos echado.

Aquello nació con las ramas torcidas porque se reunió un grupo de personas que creían saberlo todo, los sabelotodo e hicieron la Constitución aquí mismo en el Congreso, encerrados, sin preguntarle a nadie, ahí no hubo referéndum, no. Ellos la hicieron y ellos mismos la aprobaron, no le consultaron a nadie si estaba de acuerdo, ni discutieron con el país todo lo que aquí se discutió. Si ese proceso lo comparamos con el hermoso proceso constituyente de 1999, nosotros podemos decir que ahora sí es verdad que está naciendo bien derechita una democracia, la democracia bolivariana, la democracia revolucionaria.

Igual está pasando con el Proyecto Educativo Nacional y eso tenemos que cuidarlo como la niña de los ojos, la forma de impulsar el Proyecto en todos los órdenes y creo que aquí nos están dando una lección ustedes, los hombres y mujeres de la educación y los muchachos del proceso educativo y es un ejemplo para todos los que estamos en estas funciones tan delicadas de gobernar un país, de darle rumbo al país, desde mi persona pasando por el señor Vicepresidente y todos los Ministros que aquí estamos. Este es un ejemplo de lo que debe ser el nacimiento de esta República Bolivariana. Sigamos el ejemplo que están dando ustedes hoy en esta inauguración de la Campaña Bolivariana de Alfabetización.

Yo estaba reflexionando allí sentado mientras oía y sentía tanta alegría, porque aquí lo hay es alegría, optimismo. Aquí está condensado como diría ese buen escritor y poeta nicaragüense y Comandante sandinista Tomás Borge, en su libro El Grano de Maíz, aquí en este salón está concentrado, así como en un grano de maíz se concentra la vida, un mundo, igual aquí está concentrado el mismo espíritu, el optimismo que anda disperso, recorriendo y cabalgando las calles, los campos y los pueblos de Venezuela, porque si algo está signando este momento histórico que vivimos es la alegría. Este es un pueblo alegre, optimista, que ha recuperado su sentido de pertenencia, que ha recuperado la conciencia de su gran fuerza.

De verdad, muchachos, ustedes los más jóvenes, algunos niños todavía, están aquí. Ustedes cada día convénzanse más, ustedes pertenecen al pueblo más glorioso de todo el continente americano, ustedes tienen la dicha de haber nacido en una tierra de libertadores, de poetas, de creadores, de guerreros y de combatientes. Ustedes, muchachos y muchachas de Venezuela, llevan en sus venas la semilla de los libertadores de América. Ustedes llevan en sus genes la esencia de generaciones enteras que llegaron a las cumbres de la gloria sembrando la libertad en medio continente y dando ejemplo de sacrificio, de heroísmo, de virtudes y de luces. Siéntanse orgullosos de pertenecer a este pueblo venezolano y de ser continuadores de la estirpe de tantos hombres y mujeres que están allí como ejemplo: Luisa Cáceres de Arismendi, Josefa Camejo, heroínas verdaderas, libertadoras. Miranda, Sucre, Bolívar, cuántos que aquí nacieron en esta tierra y cuyos continuadores somos nosotros ante nuestro propio pueblo y ante el mundo entero porque el mundo está vigilante, está pendiente de lo que pasa en Venezuela.

Como ustedes saben, acabo de visitar Perú, todo el mundo pregunta ¿y Venezuela? Estamos deseando que todo siga bien en Venezuela, que Venezuela avance porque del destino de Venezuela, dicen muchos, depende en buena medida el destino de los pueblos de América Latina y del Caribe. Tenemos encima una gran responsabilidad.

Mañana estaremos en Cartagena de Indias en la otra Cumbre de Jefes de Estado. Pues igual, donde quiera que vamos se siente, de los pueblos del continente, la esperanza de que el pueblo venezolano vuelva, una vez más, a romper las barreras que encadenan en la miseria, en el hambre, en la dependencia y en la opresión, a estos pueblos de la América mestiza, a estos pueblos de la América Latina y del Caribe. Así que, muchachos y muchachas de Venezuela, asuman eso como una tarea histórica que les toca a ustedes como generación. Tengan en el corazón, en la fibra de los músculos, en cada molécula de su cuerpo, de su alma, en su mente tengan la conciencia bien sembrada de que lo que estamos haciendo hoy depende de ustedes fundamentalmente, darle continuidad y esto va a abrir caminos para un mundo nuevo en esta parte del mundo. Siéntanse dichosos, muchachos, siéntanse orgullosos de haber venido a este mundo a vivir con un sentido, el sentido de la justicia, el sentido de la libertad.

Por eso, yo, como padre que soy y así me siento de toda esta juventud, lo digo: que Dios los bendiga y les dé coraje y que seamos nosotros capaces de darle el mejor de los ejemplos y el mejor de los estímulos para que ustedes ocupen el lugar que van a ocupar en la historia de América y del mundo.

Decía que estábamos reflexionando hace unos minutos sobre tantos eventos en los que me toca participar como Presidente de la República, como venezolano. Ayer, por ejemplo, estábamos en la mañana inaugurando y al mediodía, un seminario internacional sobre las perspectivas petroleras y energéticas del mundo de hoy, es un seminario que todavía continúa, comenzó ayer, hoy y mañana terminan y sacan algunas conclusiones sobre el petróleo, la energía. Eso tiene mucha importancia.

Anteayer estábamos colocándole el Ejecútese a la nueva Ley de Telecomunicaciones, una de las más avanzadas del mundo la que aprobamos hace apenas una semana y hay mucho interés en Venezuela: inversionistas para las telecomunicaciones, para avanzar en el Internet, en la telemática y todas estas cosas del postmodernismo y del siglo XXI.

Comparando esos tres eventos: el de la Ley de Telecomunicaciones e inversionistas del mundo que quieren venir acá a participar en esta apertura de telecomunicaciones en la cual Venezuela tiene un gran horizonte, un gran futuro, pero entre ese acto de telecomunicaciones, el de ayer de petróleo y energía y éste de hoy, nosotros no podemos tener ninguna duda acerca de cuál es el más importante. El más importante de todos es este del día de hoy, mucho más que el petróleo, mucho más que la energía, mucho más que el gas, que las redes de la telemática, que las computadoras, porque ¿qué hacemos con tener petróleo en mucha cantidad como lo hemos tenido y qué hacemos con venderle petróleo al mundo como vendimos durante cien años, qué hacemos con tener redes de informática y teléfonos satelitales y computadoras si los niños se están muriendo de hambre, si no hay escuelas para los niños pobres, si no hay universidades para los jóvenes de las clases medias y bajas de Venezuela, si no hay escuelas técnicas para formar los técnicos y técnicas para impulsar el desarrollo de Venezuela, si no hay un sistema educativo que libere al hombre y a la mujer venezolana? ¿qué hacemos con petróleo si no tenemos al ser humano preparado y capacitado para afrontar los grandes retos del presente y del futuro?

Ayer decíamos que la más importante de las energías no es la que provee el petróleo. No aquí hay energía. Entre un pozo petrolero y un niño, yo me quedo con un niño un millón de veces. La energía maravillosa de un niño entre un millón de barriles de petróleo que producen mucha energía y vale un dinero importante, me quedo con un niño, con una niña, con un ser humano. Eso es mucho más importante, vital, esencial y es necesario que insistamos en esto porque en el mundo, especialmente en el occidental al cual pertenecemos por ubicación geográfica y a veces por alineación, en el mundo occidental, especialmente en los últimos años, se vino generando esta corriente de opinión mundial de que lo más importante es el mercado, que hay una mano invisible del mercado que todo lo arregla, que todo lo soluciona, que ya llegamos al fin de la historia, la era tecnotrónica. Eso se ha generado y corrido por todo el mundo y ¿el ser humano dónde está?

Decía Jesús de Nazaret el hombre debe ser el Alfa y el Omega, el ser humano debe ser el comienzo y el fin de todo, el comienzo y el fin de todo es el ser humano. Tenemos que recuperar el sentido del humanismo y colocar al ser humano en primer lugar del escenario, después viene el petróleo, el oro, la inflación, todo lo demás, pero en primer lugar el ser humano, el hombre venezolano, la mujer venezolana, el niño venezolano y esa, precisamente, es una de las herencias nefastas que tenemos todavía presentes en el cuerpo social y que nos ha hecho mucho daño, que nos sigue haciendo daño y nos seguirá haciendo daño todavía por un tiempo más porque eso no desaparece como por arte de magia, es como los virus, estamos aplicando un tratamiento pero pasará un tiempo para expulsar las enfermedades que fueron invadiendo el cuerpo social venezolano.

Esa corriente del individualismo, por ejemplo. El individualismo: primero yo en la puerta del cielo y los demás que se vayan al infierno. No, más bien rescatemos lo que decía, vuelvo a insistir, y lo que dice la Ley de Dios amaos los unos a los otros. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Es más, yo me atrevo a decir que hay que amar al prójimo más que a uno mismo, ni siquiera igual, más que a uno mismo. Esa es parte esencial de la revolución que estamos impulsando. Tenemos que romper los viejos paradigmas, tenemos que romper viejos principios que lo que han servido es para desmoronarnos como sociedad.

Yo siempre me pregunto, por ejemplo, cuando recorriendo el país por todas partes, en cualquier parte uno consigue niños abandonados o que nacieron con un defecto congénito, con una deficiencia cardiaca. Ayer en una carta de una madre, llorando en una esquina en Nueva Esparta, donde estuvimos ayer en la tarde, en Juangriego, ella corriendo detrás de una camioneta y aquí va la carta, aquí va la vida: una niña y ella dice “yo todos los días veo como mi niña va desapareciendo. Quiero que viva, pero no es posible”.

Hace cinco años que nació y no ha sido posible que la sociedad venezolana, porque ese no es problema sólo del gobierno, eso es muy fácil decir “es que el alcalde es un irresponsable o ese es el gobernador o el Presidente o el Ministro de Salud”. No, es un problema de todos nosotros. ¿Cómo es posible que hayan niños muriéndose de enfermedades que se pueden solucionar con Bs. 10.000 o con Bs. 1.000.000, con lo que sea, o con un marcapasos, una válvula? Uno consigue niños destrozados por todas partes, abandonados, generalmente con una madre sola porque cuánto padre irresponsable hay también. ¡Cuánto padre irresponsable que no merece llamarse hombre! Para mi un hombre que tenga un hijo con una mujer y lo deje ahí, para mi perdió, ese no es un hombre. Generalmente se consigue uno las mujeres con sus cruces a cuesta, con su pobreza a cuestas, por supuesto que hay hombres, existimos hombres que también cargamos nuestra cruz a cuestas. Me refiero a aquellos irresponsables que se van, se pierden y dejan hijos regados y una mujer e hijos en la miseria, pero más allá de ese hombre es un problema social de todos.

Es allí donde hacemos un llamado, hay que retomar los principios de la solidaridad, de aquellos de los que hablaba Simón Rodríguez, el viejo Samuel Robinson, ese gran revolucionario, bolivariano, venezolano y del mundo, cuando decía “tenemos que existir en la sociedad para entreayudarnos y no para destruirnos entre nosotros mismos. Simón Rodríguez lo decía hace casi doscientos años o cuando decía No hay repúblicas, no nos llamemos a engaño, no habrá repúblicas verdaderas en América, mientras no formemos el hombre, la mujer republicanos.

¿Y qué significaba según Rodríguez ser hombre o mujer republicanos? Pensar en los demás. La República es eso, la cosa pública, de ahí viene el término: la res pública. Hasta que los hombres y las mujeres, los seres humanos de una sociedad no se saquen del alma el vicio y la degeneración del individualismo y pensemos en los demás, pensemos en que todos somos iguales, y en que todos tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones, hasta que eso no ocurra no habrá una república verdadera, lo demás es mentira, habrá repúblicas aéreas como decía el Padre Libertador.

Precisamente de eso se trata el esfuerzo de la Campaña Bolivariana de Alfabetización, como parte del Proyecto Nacional de Educación. La Educación, la Educación, la Educación.

Las naciones marchan hacia su grandeza al mismo paso con que camina su educación. Palabras de Simón Bolívar nuestro Libertador. La educación, como todos aquí lo sabemos, estaba prácticamente abandonada a su propia suerte en Venezuela. La corriente del neoliberalismo plantea eso de que hay una mano invisible, casi parecida a la de Dios será, la del mercado, la tesis del libro mercado se basa en eso, todo lo arregla el mercado. Es una mano invisible, sí, es una mano primero que es peluda; segundo, que no es invisible. Ahora, mata, esa mano del mercado mata, ahoga, excluye, aplasta a la mayoría y sobre esa mano peluda y aplastante se levanta una minoría privilegiada que tiene de todo y forma sociedades como la que tenemos hoy que son sociedades salvajes, donde un grupito cada día más pequeño, tiene de todo lo que quiera y la gran mayoría lo que tiene es su miseria, su dolor, su angustia de todos los días.

Uno revisa, por ejemplo, los cuadros de las tablas de desarrollo mundial y ¡oigan, muchachos esta cifra para que vean lo horroroso que es! El último informe de la ONU, lo he mencionado en los últimos días porque estoy analizándolo, procesándolo, tratando de asimilar la realidad, lo que hay por debajo de esos informes y números, es algo horroroso.

Actualmente, el 20% de los pobladores del mundo, el 20% más rico de los habitantes del planeta consume 86% de lo que se produce en todo el mundo, el 20% más rico consume 86% de todo lo que se produce: alimentos, vehículo, vivienda, lo que llaman el PIB mundial y el 25% más pobre consume el 1% del PIB mundial. El Internet, por ejemplo, sus redes están concentradas en los países más ricos: 91% del uso de Internet está concentrado en ese 20% más rico y apenas el 1,5% en el 20% más pobre. Nosotros estamos como que ahí en la mitad, pero más hacia abajo, no estamos dentro del 20% más pobre, afortunadamente y lamentamos mucho que pueblos hermanos de América Latina, del Asia y del África, ustedes ven algunas imágenes, gente muriéndose por centenares de miles, de hambre, de desnutrición.

Afortunadamente, nosotros no estamos ahí, hacia allá íbamos con el modelo que nos estaban aplicando de explotación económica y social y las tesis del mercado, hacia allá íbamos. Lo que estamos haciendo ahora es torcer el rumbo del camino del infierno por dónde íbamos para tomar el camino hacia una sociedad justa, libre, igualitaria, desarrollada, según nuestras propias capacidades, según nuestras propias necesidades, según nuestras propias expectativas, porque tampoco es cierto que vamos a llegar a ocupar o a vivir algún día tal cual como viven los países desarrollados del norte. Nunca llegaremos, eso es mentira, pero sí vamos a vivir felices. No hace falta ser rico para ser feliz. Yo, perdónenme que hable de mi pero fui un niño pobre pero feliz, la pobreza no tiene que ser directamente proporcional a la infelicidad. Una sociedad puede ser de clase media, Venezuela puede ser perfectamente una sociedad de clase media, el perfil del venezolano pero donde haya respeto, educación gratuita, de buena calidad para todos, atención médica, salud, deporte, vivienda, con decoro pero con dignidad, no pretendemos ingresar a ese 20% de los ricos del mundo. No, más bien preferimos quedarnos ahí .

Además, es una contribución a la conservación del planeta para que puedan vivir aquí nuestros descendientes dentro de cien años, de quinientos años. ¿Saben por qué? Porque está demostrado que si en este momento, como por arte de magia todos los pueblos del mundo comenzásemos a vivir con el nivel de vida y de consumo de los países del norte, supongamos que aquí hay un brujo, y lograra esa meta y como por arte de magia empezamos a vivir todos igual que los pueblos que viven en los países desarrollados del norte, se ha calculado científicamente que harían falta diez planetas como la Tierra para poder vivir todos consumiendo lo que consumen los países del norte. Así que no sería posible, destruiríamos el planeta en un segundo, sed acabaría la vida. Así que eso de que nosotros no queremos vivir al ritmo que viven los países ricos del norte es también una contribución nuestra a la conservación de la vida en el planeta per secula seculorum. Queremos que la Tierra sea Tierra para siempre, que aquí haya mundo, 20.000 o 100.000 años más, por los siglos de los siglos, que aquí vivan seres humanos para siempre. No queremos destrozar este planeta porque nos lo dio Dios y aquí hemos nacido y somos parte de él, somos parte de esta tierra.

Vamos a inaugurar unas viviendas en Fuerte Tiuna, unas viviendas de guarnición, después nos vamos a Carabobo a entregar unas viviendas en Tocuyito y también activaremos una planta de tratamiento de aguas negras dentro de un plan para rescatar el Lago de Valencia, porque ese Lago lo abandonaron. Tenemos que rescatarlo como también el de Maracaibo que está contaminado. Incluso, le decía a Carlos Genatio, el Ministro de Ciencia y Tecnología, le preguntaba hace poco sobrevolando Caracas, mirando el Guaire y le decía: “Carlos, tu que eres científico y tecnológico y además Ministro de esa área ¿no crees que el Guaire se pueda salvar, recuperar? Claro que se puede, nos hemos puesto como meta, vamos a salvar el Guaire, vamos a recuperarlo, tenemos que limpiar la ciudad, recuperarla. Vamos a asumir grandes retos.

En Santiago de Chile hay una río bello que cruza la ciudad, sobre las aguas hay plataformas donde hay restaurantes al aire libre sobre el río Mapocho, es un río bien cuidado, la gente va a pasear y no es un río ancho como el Sena, el Guaire pudiera ser pero tenemos que hacer un esfuerzo de todos. Eso es la reconstrucción del país que fue destrozado, pero para eso tenemos que cambiarnos primero nosotros mismos o sobre la misma marcha.

Volviendo a esto, este Plan que hoy comienza, esta Campaña Bolivariana de Alfabetización, ya lo decía la Viceministra Marian Hanson y el Ministro Navarro, comienza hoy y comienza como tiene que comenzar: formando primero los facilitadores, los multiplicadores que aquí están concentrados en este salón, creo que son 100 por el área central y miles a nivel nacional. Ustedes van a llevar sobre sus hombros la tarea de que esta campaña no fracase, no puede fracasar, nosotros no podemos fallar.

Ya lo sabemos, no es sólo enseñar las primeras letras a los jóvenes o adultos que se incorporen ya, de una vez, a la campaña de alfabetización, no se trata sólo de eso porque, incluso, recuerdo haber sido alfabetizador en Sabaneta de Barinas el año 66, estaba en sexto grado, debo tener en algún lugar de esos recuerdos que quedan regados por los caminos que uno va cruzando como huracán, en alguna parte debe estar algún diploma viejo que me dieron por alfabetizar a dos venezolanos. Anoche lo recordaba y estaba buscando mi diploma, no lo conseguí, quién sabe dónde andará, algún día aparecerá, pero que yo recuerde, a nosotros no nos prepararon para eso. Recuerdo que un día llegó al Grupo Escolar la orden: hay que alfabetizar y escogieron a todos los muchachos. A mi me dieron un camino, el camino que iba hacia el Caño de Raya y tenía que pasar por allí con el libro “Abajo Cadenas”. En ese libro recuerdo que había una copla que decía Joropo venezolano, joropo de la alegría, lindo joropo del llano, baile de la tierra mía. Había versos y coplas ahí.

Había otro que decía Del toro la vuelta el cacho, del caballo la carrera, de las muchachas bonitas, la cincha y la gurupera. Todo eso aparecía en el libro “Abajo Cadenas”, pero no recuerdo que a mi o a nosotros como muchachos, que nos hayan llamado ni en el mismo grupo escolar, alguna reunión, alguna orientación o que hayamos tenido algún orientador, un facilitador. No, vayan ustedes y creo que era los sábados que nos íbamos. El objetivo era muy sencillo, eran unos señores campesinos que escupían chimó casi todos porque en esos llanos era una costumbre y recuerdo que no me gustaba aquello pero era parte del proceso, recuerdo un señor que regañaba mucho a sus hijos y yo sentía que estaba perdiendo el tiempo, porque aquel señor allí regañando a sus hijos, se sentaba al lado mío y me preguntaba qué era lo que iba a aprender. Él aprendió al final su nombre, a deletrearlo y a firmar. Esa era la prueba.

¿Ese es el camino? No, aunque yo aprendí mucho de ese hombre, era un campesino que sembraba yuca en el conuco, me enseñó hasta a hacer una cola de papagayo que yo no sabía hacer, especial para que el papagayo tuviera más estabilidad y no se viniera de cabeza. Me llevaba al conuco con sus hijos a arrancar yuca. Al fin él aprendió algunas letras pero aquel hombre no sentía la necesidad de aprender. Yo, como niño de doce años no conseguía cómo inyectarle a él la conciencia de la necesidad, a lo mejor yo tampoco la tenía clara, por eso es que el papel de ustedes de facilitadores es vital porque de lo contrario no pasaremos de enseñar “ala, pala, tapara, maraca” ahora con otros términos, con otros métodos. Es muy importante que esto sea el arranque de un proceso para reinsertar a cientos de miles de venezolanos, jóvenes o menos jóvenes, hombres o mujeres, al proceso educativo general, al proceso social, a la sociedad toda, al proceso político, al proceso económico, a la vida nacional, para que no haya excluidos. Es importantísimo que todos lo entendamos así . Les vamos a dar un punto de apoyo para que ellos puedan volar posteriormente por sí mismos, para que descubran la maravilla que es estar incluidos en un proceso de cambio, transformador, vivificante, revolucionario.

Así que esta tarea que ustedes van a comenzar el día de hoy es existencial para la República. Yo quiero y voy a estar hasta donde el tiempo me lo permita, tiempo hay cuando uno quiere y yo quiero y le pido así a Héctor, al Ministro y a todo el equipo, todos los miembros de la Comisión que acaba de juramentarse, no quiero ser el Presidente allá, simbólico, de la Comisión, no, quiero participar, quiero ser también un facilitador, ir más allá de aquello que me quedó pendiente en Sabaneta de Barinas en el Caño La Raya cuando apenas pude enseñarle a un ser humano el “ala, pala, tapara, maraca”. Quiero participar con esta juventud como facilitador, recorriendo los campos, los pueblos, los barrios de Venezuela, llevando la antorcha con la que vamos a iluminar el camino de la Venezuela nueva.

Por todo eso, cuenten conmigo, yo ruego al señor Ministro, a Héctor el amigo, el revolucionario que es, que cualquier cosa que pueda obstaculizar esta campaña bolivariana que hoy comienza, me lo hagan saber y donde yo pueda ayudar. No puede haber aquí falta de recursos ni de apoyo. Todos los que estamos aquí dirigiendo instituciones civiles, desde el Ministerio de Educación, la Fundación Juventud y Cambio, el Instituto Nacional de Cooperación Educativa, la Fuerza Armada, el Fondo Único Social, todos tenemos que poner nuestra máxima voluntad para que este proyecto, para que esta campaña sea como la campaña de Carabobo que trajo el día de la Independencia Nacional.

Esta es una campaña libertadora, revolucionaria. Vayan, pues, muchachas y muchachos, lleven la antorcha de la revolución por los campos, por los caminos y pueblos de Venezuela.

Un abrazo bolivariano, revolucionario para todos. Felicitaciones. Muchas gracias y muy buenas tardes.

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