Defensores de los DDHH criticaron el silencio de la justicia venezolana

La tarde del viernes, se llevó a cabo el Foro por la Libertad en las instalaciones de la Universidad Metropolitana en el marco de los dos años de encarcelamiento del político opositor Leopoldo López.

El foro fue dividido en dos bloques. El panel del primer bloque estuvo conformado por Carlos Ayala, expresidente de la CIDH, el abogado penalista Alberto Arteaga, Juan Carlos Gutiérrez- abogado defensor de López- y Carolina Jiménez, directora adjunta de Amnistía Internacional.

Carlos Ayala destacó en su ponencia que frente a la ausencia de justicia nacional, ha sido importante documentar los casos de violaciones de los DDHH para mostrarlos ante la justicia internacional. “La justicia internacional no se rinde ante los estados rebeldes”, puntualizó.

Ayala resaltó la falta de independencia del sistema judicial venezolano y detalló que el 66% de los jueces son removidos sin previo procedimiento. “Vimos cómo un TSJ se fue llenando de jueces, no por su fidelidad a la constitución, sino por su fidelidad a un partido, El 66% de los jueces en Venezuela son de libre nombramiento y remoción que no tienen estabilidad (…) La manipulación de la justicia es lo que ha causado las violaciones en el país”, aseveró el expresidente de la CIDH y puntualizó que es por eso la importancia que tienen las organizaciones internacionales ante estas violaciones.

“Nuestra sociedad ha sido dejada a su sobrevivencia a una violencia salvaje donde el sistema de justicia no la protege. Vivimos en una sociedad de la impunidad frente al delito (…) La justicia es un trayecto, es un camino, una ruta de vida. Ojalá logremos verla pronto. ¡A luchar ahora más que nunca!”, dijo.

Por su parte, el abogado penalista Alberto Arteaga hizo consideraciones sobre la justicia penal venezolana. “Nuestra justicia penal es ajena a las normas garantistas a del Código Penal. Solo puede estar caracterizada por su lentitud y por estar asediada por quienes mantienen el poder que la mantiene politizada”.

“Hay que reaccionar para plantear una verdadera sanación en su raíz en corto plazo”, urgió Arteaga y puntualizó que el reto de buscar ese cambio les corresponde a todos los venezolanos.

En cuanto al caso de Leopoldo López, Arteaga aseguró que el proceso marca al país como escenario de “la injusta, inclemente y cruel persecución de un líder político sometido a la justicia por su condición de dirigente y por la supuesta peligrosidad de sus palabras para el sistema político”.

Arteaga citó las declaraciones de la semióloga Rosamelia Azuaje, de la fiscalía, quien resaltó que el discurso de López le permitió conocer a un excelente orador y lo calificó como “uno de los discursos más brillantes” que había analizado en su carrera académica.

El abogado defensor de Leopoldo López, Juan Carlos Gutiérrez, resaltó detalles del caso y reafirmó, como lo ha dicho en anteriores declaraciones, que el juicio de López fue un juicio viciado en el que se le acusa a una persona por su palabra. “Proceso de Leopoldo es un ejercicio de lo que nunca debe repetirse”.

Gutiérrez aprovechó para reproducir un video producido por un equipo del diario El Universal, quienes reconstruyeron los hechos del 12  de febrero del 2014 en el que resultaron muertos los estudiantes Bassil DaCosta y Robert Redman.

En el video se puede observar que, luego de que López se retirara en metro junto a una parte de sus seguidores, inician los disparos hacia los estudiantes y después es que cae Bassil Da Costa, que ocurren los actos violentos contra la sede del Ministerio Público. Sin embargo, Gutiérrez aseveró que nunca hubo una quema de la sede, como fue puesto en la sentencia.

Carolina Jiménez, representante de Amnistía Internacional aseguró que los casos de Rosmit Mantilla y Leopoldo López “son el reflejo de la injusticia del país. Son presos de conciencia” y aseguró que la organización estará con los familiares de los presos políticos hasta el día que puedan  celebrar su libertad.

«La lucha contra la corrupción es la lucha por el futuro de la democracia”

El panel del segundo bloque del foro estuvo conformado por el premio Nobel Oscar Arias y la hija de Demond Tutu, Naomi Tutu. Arias señaló que una sociedad debe cumplir con la consolidación de la democracia, el respeto al estado de Derecho y la lucha contra la corrupción para considerarse libre. “En toda la región la lucha contra la corrupción es la lucha por el futuro de la democracia”.

Arias aseguró que en la región “hay  lideres que utilizan los votos como un cheque en blanco. Un buen gobernante debe entender la naturaleza transitoria del poder”.

“No solo los gobernantes tienen responsabilidades, también los pueblo deben aprender a apartar los espejismos de la demagogia”, puntualizó.

Por su parte Naomi Tutu señaló que quienes dicen querer establecer una sociedad de DDHH, no pueden construir esa sociedad sobre la deshumanización de los oponentes.

“No hay manera de construir una sociedad justa sobre la injusticia, de construir una sociedad pacífica sobre la base de la violencia, de construir un mundo de derechos humanos sobre la base de la deshumanización de otros. Quienes están en silencio frente a la injusticia sufrirán las consecuencias. Nosotros somos llamados a ser valientes, a ser sabios, somos llamados en tiempos de crisis a encontrar el valor, la compasión, a que la sociedad que construimos sea una sociedad basada completamente en el reconocimiento de la humanidad de todos los miembros de nuestra sociedad sin importar su raza, etnia, religión o ideologías. Nosotros somos llamados los que construyen puentes”, concluyó.