Economía

Alí Rodríguez: Los hidrocarburos continuarán siendo la primera fuente energética del mundo

Ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías. Señores representantes de los Poderes Públicos Nacionales. Ciudadanos Ministros miembros del Gabinete Ejecutivo. Ciudadano Viceministro de Relaciones Exteriores y Presidente de la Comisión Preparatoria del II Cumbre de Soberanos, Jefes de Estado y de Gobierno de los Países Miembros de la OPEP y demás Miembros de esa Comisión Presidencial; Altas Autoridades Nacionales; Señores representantes de la Fuerza Armada Nacional; Excelentísimos Señores Embajadores; Honorables Representantes de los Organismos Internacionales; Honorables Encargados de Negocios; Distinguidos invitados internacionales; Ciudadano Presidente de Petróleos de Venezuela y demás representantes de la industria petrolera nacional; Señores representantes de los medios; Señoras y señores.

Uno de los acontecimientos revolucionarios de mayor relevancia ocurridos en el transcurso del último siglo XX, lo constituyó sin duda alguna, la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), hecho que parecía insólito en aquellos tiempos por cuanto apenas cinco países pertenecientes a lo que entonces se conocía, y aún se conoce como Tercer Mundo, pudiesen acordarse para defender los precios de su materia prima, en este caso, el petróleo, los hidrocarburos; cuando para ese tiempo y posteriormente muchas organizaciones con intenciones parecidas fracasaron, no lograron sus objetivos ante enorme, el impresionante dominio que ejercían fuerzas económicas y políticas en el escenario mundial. La OPEP, no solamente logró constituirse, no solamente logró sobrevivir sino hoy como nunca mantiene su plena vigencia, por supuesto, en la búsqueda de procesos de renovación que la coloquen eficazmente de cara a los nuevos desafíos que plantea el nuevo milenio y particularmente, los comienzos de este siglo XXI.

Los hidrocarburos frente a muchas prédicas que se han venido haciendo en los últimos años, continúa siendo y hasta donde es previsible el futuro económico del mundo, continuará siendo la principal fuente energética. De manera que, colocados ante esas realidades y ante cambios importantes que han venido produciéndose, este seminario tiene importantísimas tareas, temas muy transcendentes que abordar y que con toda seguridad producirán importantes resultados que han de ser llevados a las ya mencionadas II Cumbre de Jefes de Estado a realizarse en septiembre de este mismo año en Caracas.

Muy resumidamente, yo anotaré, por razones de tiempo, sin mayores comentarios algunos de esos cambios, tengo aquí anotados siete de los cambios que han ocurrido desde el momento en que se creó la OPEP hasta el presente momento. En primer lugar, la creación de la Agencia Internacional de Energía, una suerte de cártel de consumidores que surge como réplica a las conquistas y a las políticas que venía aplicando la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que diseña una doble estrategia: una, tendente a reducir el consumo de energía por unidad de producto y la otra, tendente a incrementar la producción petrolífera en zonas no pertenecientes a la OPEP, incluyendo sus propios países, aplicando políticas que maximizaban las posibilidades de incrementar tal producción como fue el abatimiento de los impuestos, la eliminación de regalías y la reducción de Impuesto sobre la Renta, modelo que por lo demás, ha intentado convertirse en un valor universal, aquí en Venezuela hemos discutido bastante este problema en más de un momento, ya afortunadamente se han venido estableciendo correctivos porque paradójicamente fue nuestra empresa nacional petrolera PDVSA la que se había convertido en punta de lanza de toda esta prédica neoliberal en nuestro país, cosa que se ha venido corrigiendo no impositivamente para el futuro de Venezuela.

Un segundo cambio de gran importancia ha ocurrido en lo que podríamos llamar “el escenario geopolítico como consecuencia del derrumbe del llamado “campo socialista”, aquella existencia de bloques de poder en los años sesenta fue, precisamente, uno de los factores que contribuyó a que surgiese y pudiese prosperar una organización como la OPEP.

Un tercer aspecto que si bien ya venía ocurriendo desde siglos atrás y cogió fuerza en el pasado siglo, cobró plena fuerza a finales de ese mismo siglo como es el llamado “proceso de globalización”.

Un cuarto aspecto es el surgimiento de nuevos actores en el escenario petrolero mundial, en primer lugar, los llamados productores No OPEP, que cobraron una inusitada presencia precisamente durante los años setenta que fue producto de todavía una OPEP muy joven, muy reciente, se incrementó de manera desmedida los precios del petróleo a través de los recortes de producción, lo que permitió entrar en el escenario energético mundial no solamente a nuevos productores de petróleo sino también a las llamadas fuentes alternas de energía.

Surgió igualmente otro factor que con mucha frecuencia distorsionante de la realidad del mercado energético mundial: en el escenario de los mercados financieros apareció la figura de los mercados a futuro que, como lo hemos venido registrando en los últimos tiempos con mucha frecuencia alteran la realidad de los precios, con un margen entre 4 a 5 dólares, lo cual no es cualquier cosa y crea, en ciertos momentos, espejismos que pueden inducir a error si no se analiza cuidadosamente como lo estamos haciendo, precisamente en este momento, es la realidad de los fundamentos del mercado.

Igualmente apareció la figura de la internacionalización, muy debatida en ciertos momentos y que debe continuar siéndolo, no solamente en Venezuela sino por todos los integrantes de la OPEP porque de allí surgió la llamada o mal llamada “apertura petrolera”, una apertura exclusivamente hacia afuera que lejos de permitir el desarrollo de nuevos factores productivos vinculados a la actividad de los hidrocarburos en nuestro país y ojalá que no ocurra otro tanto en otros países, restringió, frenó, agravó aún más la situación ya bastante seria que han padecido los factores productivos nacionales, eso que llamamos “la participación privada interna” y cuando nos referimos a participación privada interna no estamos refiriéndonos solamente a empresas, no solamente a inversionistas sino a todos los venezolanos, a los ahorristas venezolanos que pueden a través de modelos adecuados tener una participación directa y, en consecuencia, que surjan verdaderos dolientes de la suerte de la actividad petrolera en nuestro país y que, de esta manera, el petróleo deje de ser un enclave, continúe teniendo el carácter de enclave ajeno a lo que es el mundo y el debate cotidiano de los venezolanos.

Han surgido además, nuevas realidades como aquel GATT, ahora OMC, el Tratado de la Carta Energética también conocido como Carta de Lisboa que trataba convertir a los países de la ex Unión Soviéti en el modelo de mercado occidental y nuevas realidades pues que hoy debemos tomar en cuenta para la elaboración de las nuevas estrategias de cara –como ya lo dije- al siglo XXI.

Un quinto aspecto a subrayar es el de la revolución tecnológica que en el campo de la energía tiende a reducir significativamente los costos de producción, pero que igualmente en el caso combustibles obedece, decidido por los Estados, Europa… para generación de electricidad y también para el uso automotor está siendo reducido, pero el factor que está sustituyendo a ese consumo de petróleo es otro hidrocarburo, el gas natural, de lo cual por fortuna Venezuela tiene abundantes recursos que van a ser potenciados con la política que estamos aplicando en el presente, igualmente los países OPEP en su conjunto reúnen un potencial gasífero, no tan grande como el de la ex Unión Soviética, pero que lo coloca en el segundo lugar en el ranking mundial como potencia gasífera.

Los problemas consisten entonces en (aquí los tengo anotados) primero, responder a la demanda mundial, que aunque desacelerada seguirá creciendo en los próximos 20 años garantizando de nuestra parte la seguridad energética del mundo. La OPEP sigue teniendo en su seno más de dos tercios de las reservas de hidrocarburos a escala mundial. Sigue siendo, en consecuencia, el factor decisivo para garantizar la seguridad energética del mundo.

En el hemisferio occidental, Venezuela tiene la fortuna de ser el país con las más gigantescas reservas, no solamente de petróleo, sino también contar con importantísimas reservas de gas natural que ahora se verán incrementadas. Tenemos 147 billones de pies cúbicos de gas que esperamos duplicar en los próximos años.

En segundo lugar, se trata de contener la ofensiva mundial para reducir la participación nacional en los proventos petroleros. Todas esas políticas neoliberales están precisamente orientadas a reducir drásticamente la participación, la legítima participación de nuestras naciones en los proventos petroleros.

Un tercer reto es el de responder eficazmente a las cuestiones ambientales, sabiendo distinguir –como ya lo señalé- que lo que debe efectivamente obedecer al cuidado de la naturaleza y distinguirlo –ya lo dije- a la manipulación que suele hacerse por parte de intereses perfectamente identificables.

Un cuarto aspecto se refiere a los nuevos desarrollos tecnológicos para reducir costos, mejorar la calidad de los productos y también nuestra competitividad en la nueva era de las megafusiones, aspecto que por cierto dejé de lado. Un hecho nuevo y que produce enormes impactos en el escenario petrolero mundial es esto que viene ocurriendo con las megafusiones de los gigantes petroleros en el mundo. De siete hermanas que tuvimos en el paado, todo indica que vamos a tener ahora cuatro hermanas. Esas megafusiones obedecen a la necesidad de reducir costos de producción a un objetivo inocultable de ocupar cada vez mayores espacios en el mercado petrolero mundial y en consecuencia incrementar la gravitación de estos gigantes en la suerte del mercado energético mundial.

Igualmente hay que buscar el incremento de la cooperación entre los países de la OPEP y esos países no OPEP que van coincidiendo cada vez con nuestras posiciones para generar nuevas formas de cooperación financiera, por ejemplo, deberíamos estudiar la creación de un banco que sirva para financiar las actividades en nuestros países, incluso reduciendo el costo financiero que suele ser muy elevado para el despliegue de las actividades en cada uno de nuestros países. Eso puede hacerlo la OPEP destinando parte de sus excedentes para la creación de un banco de tales características; incrementar la cooperación educativa, el entrenamiento de nuestros cuadros en la actividad de los hidrocarburos; la cooperación científica y tecnológica, e igualmente también, la cooperación en el intercambio de bienes y servicios en nuestros países.

Y finalmente, requerimos trabajar como lo ya lo ha decidido la OPEP, intensamente en la estabilización del mercado. Esto debe ser un objetivo que está no solamente en el interés de los países productores de petróleo, sino también en el interés de los consumidores. En la medida en que avancemos hacia la estabilización del mercado, en esa misma medida unos y otros podrán planificar sus economías al abrigo de las grandes tormentas que ha provocado lo que ha sido el rasgo más característico del mundo petrolero, que es la volatilidad de los precios; fuertes alzas seguidas por bruscas caídas, que perturban muy particularmente las economías de los países productores de petróleo.

Todos estos son temas que están en debate. Como ya lo mencionó el Vicecanciller, en la última reunión de la OPEP fue aprobado el sistema de la banda de precios; un sistema muy nuevo, está siendo sometido a prueba, en este momento recibimos presiones de todos lados y frecuentes preguntas de por qué no hemos aplicado automáticamente la banda, si ya el precio subió por encima de los 28 dólares. Nosotros no somos autómatas ni actuamos por reflejos condicionados como el perrito de Pavlov que le tocaban la campanilla y botaba saliva; nosotros somos seres racionales, conocedores de la situación del mercado y debemos estudiar la aplicación de cada medida, de acuerdo con lo que son las realidades del mercado. Es lo que estamos haciendo, nos hemos tomado el tiempo necesario, ya tenemos la reunión extraordinaria el 21 donde podremos analizar con mayor objetividad, cuál es la realidad de los fundamentos del mercado, porque hay acontecimientos que en este momento disfrazan la realidad de esas realidades, y no nos podemos precipitar, porque de precipitarnos podemos de nuevo incurrir en nuevas oscilaciones del mercado, perturbando lo que debe ser el objetivo central para productores y consumidores, como es la estabilización de los precios.

Esto nos permitirá arribar a la próxima reunión de productores-consumidores en Ryad la VII Conferencia, y es posible que entonces después de haberse celebrado también la Segunda Cumbre de la OPEP en Caracas, podamos más allá de buenos discursos y buenas intenciones, arribar a algunos acuerdos beneficiosos, tanto para productores como para consumidores. Dicho lo cual, creo que hay buenas razones para desearle, para continuar deseándole larga y fecunda vida a la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Sin ninguna duda que la Segunda Cumbre de Jefes de Estado a realizarse en Caracas entre el 28 y el 30 de septiembre, contribuirá a revitalizar esta Organización que es un símbolo para los países que hoy luchan por sus legítimos intereses nacionales.

Muchas gracias.

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