Economía

América Latina 2004: Recuperación. Venezuela: Intervencionismo

Analitica Research(AR) presenta una síntesis libre del informe del Dredsner Bank sobre América Latina. Según el mismo, América Latina tendrá una recuperación robusta en 2004, estimada en 4%.Venezuela habría seguido una ruta crecientemente intervencionista, distinta a la de los gobiernos de centro-izquierda de la región, como los de Brasil y Chile, con consecuencias negativas. Según el informe, su crecimiento en 2004 sería 6,5%, básicamente un “rebote” estadístico por la caída precedente. La inflación venezolana en 2004 sería de 30,3%, la más alta (y única de dos dígitos) de la región.

<p alingn"right"Neil Dougll
Nuno Camera
Arnab Dass
Enero 8, 2004
Dredsner Kleinwort
Wasserstein Research
América Latina

América Latina parece dirigida a una recuperación robusta. Pronosticamos una expansión del 4% del PIB en 2004. Sí estuviésemos en lo correcto, ello representaría el mejor comportamiento desde la crisis asiática en 1997. La recuperación está combinada con baja inflación y cuentas externas que en general están buenas condiciones. Sí la situación global permaneciera positiva, la recuperación podría ganar fuerza en 2005.

Un conjunto de shocks negativos, externos y domésticos, han golpeado a América Latina en los últimos seis años. El resultado fue la reducción aguda en el crecimiento, lo que ha dado lugar a que se hable de una nueva “década perdida”. En nuestra opinión, este tipo de discurso es desacertado. Ignora el hecho de que los fundamentos y las orientaciones de política económica son muy diferentes a las existentes en los 80s. Regimenes cambiarios rígidos han sido remplazados por tipos de cambios flotantes, el sector público se ha reducido y la política fiscal se ha hecho más transparente, bancos centrales independientes en un número países han mejorado la efectividad de la política monetaria, y la mayor apertura al comercio y a la inversión externa ha reducido las distorsiones, mejorando la eficiencia económica.

Los ajustes pro-cíclicos durante 2000-02 reforzaron el crecimiento negativo. Pero ellos tuvieron el efecto positivo de bajar los desbalances fiscales y externos. Esto ha ayudado a mejorar dramáticamente la percepción de riesgo en los últimos doce meses. Hay que admitir que la compresión de los diferenciales de riesgo también refleja la búsqueda de rendimientos frente a los intereses anormalmente bajos de los países del G-7, pero también es un reflejo de la mejoría de los fundamentos económicos de los países de América Latina. Esto es claramente evidente en términos de la posición agregada de la cuenta corriente. Un déficit global de la región de $ 83.000 millones en 1998 se transformo en un superávit de $12.000 millones en el año pasado.

No todos los países han seguido una ruta ortodoxa. Bajo el Presidente Chávez, Venezuela ha seguido una estrategia cada vez más intervencionista. Afortunadamente, el enfoque venezolano tiene poca acogida en el resto de la región, dadas las crecientes distorsiones macroeconómicas y la experiencia de crecimiento negativo que este ha producido. Es más, es irónico-y también trágico-que altos precios del precio del petróleo de los dos últimos años hayan coincidido con una contracción acumulada del PIB de aproximadamente 20%.

Los presidentes de centro-izquierda de otros países de la región (por ejemplo, Chile y Brasil) son un ejemplo a seguir. El camino escogido por Lula en Brasil ha sido crucial en mostrar que la preocupación por el bienestar social se puede combinar con políticas macroeconómicas fuertes y reformas estructurales. Esperamos que el enfoque pragmático de Lula sea usado como modelo por Tabaré Vásquez, quién es el candidato izquierdista con mayores posibilidades en las elecciones presidenciales de Uruguay en octubre 2004, aunque la retórica pre-electoral de Vásquez pueda dejar los mercados enganchados por un tiempo.

Descartando un shock externo no esperado, creemos que prácticamente todos las economías de América Latina ganaran velocidad en 2004. Existe una conjunción excepcionalmente favorable de factores que ayudan a la región. Ellos incluyen tasas de interés internacionales baja y aceleramiento del crecimiento global (que ayuda a todos), un dólar más debilitado (de importancia particular para los países con economías totalmente dolarizadas como Panamá y Ecuador, pero con beneficios más suaves para el resto de la región), la continuación de los altos precios del petróleo (que tiene beneficios especiales para Ecuador, Venezuela, México y Colombia), la elevación del precio de los metales (beneficia a Chile y Perú) y precios boyantes de la soya (que ayudan a Brasil y Argentina).

Los factores domésticos proveen un estímulo adicional. Los efectos de la suavización previa de la política monetaria todavía tienen que trasladarse en forma total a la economía real. Adicionalmente, todavía existe espacio para más flexibilización en algunos países, especialmente Brasil. Esperamos que el Banco Central de Brasil reduzca las tasas de interés cuando menos en otros 250 puntos básicos para finales de este año. Al mismo tiempo, la reducción del desempleo ya está proveyendo la base para la recuperación del consumo en un número de países.

Los límites al crecimiento. Argentina es la excepción al pronóstico de aceleración del crecimiento. Después de una espectacular recuperación en el año pasado-una expansión del PIB posiblemente de más de 8%-es inevitable cierta desaceleración este año. Pronosticamos una todavía respetable expansión de 5,4% en 2004. Pero una erosión rápida de la brecha del producto e incentivos débiles para incrementar la inversión-en tanto que el problema de la deuda no se resuelva-levanta interrogantes acerca de las perspectivas de crecimiento para 2005.

¿Qué puede ir mal? El factor de riesgo principal para la región es la economía de los Estados Unidos. La preocupación fundamental es que la depreciación del dólar pueda transformarse en una depreciación desordenada, impulsando a la Reserva Federal a intervenir para elevar las tasas de interés, lo que podría impulsar una aversión generalizada al riesgo. Una segunda preocupación se refiere a la posibilidad de que una vez que se desvanezca el estímulo, la economía de los Estados Unidos podría contraerse o reducir mucho su crecimiento. Con referencia a este problema la evidencia reciente parece prometedora. La rentabilidad de las corporaciones está mejorando. También el empleo está creciendo, lo cual incrementa la posibilidad de un crecimiento “auto-sostenido” una vez que se retire el estímulo.

Crecimiento e inflación. Nuestro estimado de crecimiento para la región en 2004 es de 4%, contra un crecimiento de 1,3-1,4% en 2003. El consenso acerca del crecimiento es ligeramente inferior, de 3,9%. Nuestro estimado de inflación para la región en 2004 es de 6,7%, y el consenso es de 7,2%; contra una inflación de 7,2-7,6% en 2003. La inflación más alta de la región en 2004 sería la de Venezuela, donde estimamos que alcanzará 30,3%, superior a la de 2003, año en el cual también fue la inflación más alta (comparada con la de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay).

Venezuela

La perspectiva política se clarifica, lo que proveerá de cierto respiro al golpeado sector privado. Sin embargo, la recuperación de la economía básicamente reflejará un efecto base (la contracción de los dos años anteriores) y no una recuperación en las expectativas y la inversión. Está última es muy difícil que se recupere hasta que el impasse político y las distorsiones macro (por ejemplo, el control cambiario y los controles de precios) sean removidas.

Crecimiento….pero desde una base baja. El PIB se contrajo en 7,1% año-año en el tercer trimestre de 2003, la séptima contracción consecutiva. Es la continuación de la contracción de 9,4% del segundo trimestre y de 28% en el primer trimestre. Estas cifras no deberían ser una sorpresa, ya que son en buena parte el reflejo de la incertidumbre política de fines de 2002 y comienzos de 2003, y particularmente del paro. Dado que el ruido político se ha reducido, la actividad económica debe mejorar, aunque moderadamente. De acuerdo a las fuentes oficiales, la economía se debería expandir como mínimo 5% este año. Esta no es una estimación sobre-optimista. Estimamos una expansión del PIB de 5,6% este año. La recuperación de la producción de petróleo y los altos precios debería elevar las exportaciones, y subsecuentemente el producto petrolero. Sin embargo, la recuperación del crecimiento-especialmente en el sector no petrolero-se debe básicamente a efectos estadísticos ya que el PIB se ha debido contraer alrededor de 10% -12% el año pasado, siguiendo una contracción de 8,9% en 2002.

La aceleración de la inflación es una preocupación. Una inflación más alta a la esperada en los dos últimos meses de 2003 se debió en mayor parte al crecimiento de los costos de los alimentos. Este se ha ido elevando en forma sistemática, y ello parece sugerir que la escasez de bienes existente comienza a trasladarse a presiones de precios, a pesar de lo deprimido de la demanda doméstica. Es más, el sector privado parece estar afectado por los controles de precios, ya que el índice de precios al mayor creció en 45% en año anterior, comparado con un crecimiento del índice de precios al consumidor de 27%.

El proceso de referéndum revocatorio se ha puesto en movimiento, lo que puede tener consecuencias macroeconómicas. Si bien Chávez puede tener éxito en retrasar el referéndum, aparentemente tiene pocos medios-legales-para invalidarlo. Enfrentado con esta posibilidad, Chávez puede llamar a elecciones tempranas, las que a su vez serían precedidas de un incremento en los gastos de gobierno. La ruta más obvia para ello es una devaluación, para incrementar los ingresos gubernamentales. Sin embargo, ello debería realizarse bastante antes de las elecciones o del referéndum, a objeto de soportar el costo político que esta medida tendría (incluyendo el costo del posible aumento en los precios al consumidor). En este panorama, y dado que suponemos como más probable las elecciones anticipadas, opinamos que la devaluación podría ocurrir en el primer trimestre de 2004, o a más tardar en el segundo.

Estimaciones de algunos indicadores claves para 2004. Crecimiento: 6,5%. Inflación: 30,3%. Balance fiscal: -6,3% del PIB. Balance primario: -1,3% del PIB. Deuda pública: 51% del PIB. Balance en cuenta corriente: $ 17.400 millones. Reservas internacionales: $ 23.200 millones.

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