Mitos y salarios
Toda política gubernamental que pretenda hacer demagogia con el salario va al fracaso, si no logra su propósito de dotar de poder adquisitivo suficiente para obtener la dieta diaria de alimentos y servicios. Esto es válido para este gobierno y para tantos otros abatidos por la inflación implacable, producida por decretos o planes improvisados para justificar gestiones presidenciales.
En tal sentido de que nos vale a los venezolanos escuchar el discurso gubernamental “tenemos el salario mínimo mas alto de América Latina”, si ya éste fue engullido por la inflación salvaje, o al inefable ministro de planificación contrabandear con el argumento de que ahora si podremos ahorrar ¡¡.. En todo caso el raído bolsillo del trabajador se encargará sin aspavientos de rodar por tierra las intenciones “revolucionarias” de pretender presentarnos un falso “paraíso de prosperidad”.
Comencemos, el aumento salarial no es para todos los venezolanos como nos hace ver las cuñas oficialistas. Tan sólo cubre a un 23% de los trabajadores venezolanos identificados en la Población Económica Activa de 12.500.000 personas y la mitad de la Población Formal de 5.600.000 trabajadores.
La gran ventaja que nos plantea el mensaje presidencial de tener el salario mas alto del continente latino, es un consuelo de tontos. En verdad 370 dólares lo es ante el salario mínimo de Colombia de 190 $, Uruguay 129 $, Argentina 310$, México 180 $, Brasil 185$ y pare de contar. Donde está la diferencia es en cuanto a la población que lo percibe, en estos países el Salario Mínimo es de verdad mínimo, ¿por qué?, sólo lo devenga de un 10% a un 15% de la población formal, entre tanto en nuestro país lo percibe como lo señalamos la mitad de la población formal. En definitiva es un indicativo de nuestra pobre escala salarial, ya que los trabajadores en su mayoría aspiran a remuneraciones superiores al salario mínimo.
Luego el inefable ministro de planificación nos indica un curioso presupuesto donde incluye la cesta ticket, como si lo percibieran todos los venezolanos. Pues bien, es otro argumento peregrino. Esta justa reivindicación la perciben por ley los trabajadores que laboran en empresas de mas de 20 trabajadores, es decir aproximadamente 9 millones de trabajadores no perciben cesta ticket en Venezuela. ¿Quiénes son?, los informales, los que laboran en pequeñas y medianas empresas, los desempleados y los jubilados. Y si agregamos que la mayoría de alcaldías y gobernaciones no pagan el tope correspondiente al 50% de la Unidad Tributaria, si no al capricho o al presupuesto del alcalde o gobernador respectivo, otorgando a sus trabajadores el mínimo por cesta ticket de 25% de la unidad tributaria. En resumen mientras en los ministerios y empresas del estado perciben hoy 23.000 bs. por día trabajadores, en los organismos regionales y locales perciben 8.000, 10.000 por día trabajado..
La fábula ministerial continúa con el empleo. Si trabajan 2 personas por familia entonces rebasaremos la inflación, y luego podremos dedicar el salario para ahorrar, para divertirnos y pasearnos por todo el país.. Semejante historia se la cree quien vive en el paraíso de Miraflores. La realidad es que familias enteras no viven de un empleo formal, deambulan en la economía informal y un porcentaje menor de las misiones..
Finalmente la guinda del pastel la coloca el Presidente al anunciar ese 30-04-08, aumento salarial para todos los empleados públicos. Muchos de ellos asistentes al acto aplaudieron frenéticamente; para luego frustrarse al excluirse de dicho beneficio a mas de un millón de trabajadores de alcaldías, gobernaciones, docentes nacionales y regionales, médicos, etc. De nada vale alardear cuando el salario mínimo más alto de América Latina, no permite una alimentación balanceada, mucho menos acceder a los servicios públicos y sólo cubrir a una parte minoritaria de los trabajadores venezolanos, aunque el barril de petróleo ronda los 110 $.
Movimiento Laborista
