Agua, los deberes de un derecho humano
A través de los siglos la humanidad ha construido sus hábitats en las cercanías del agua. Los pueblos que evolucionaros a ser civilizaciones, nos asombran hoy con su magnífica y eficiente ingeniería para el manejo del agua.
Hoy, Día Mundial del Agua, no se puede olvidar la vergonzosa crisis mundial que el vital líquido está padeciendo en un planeta cada vez más irracional en su uso, que lleva a existan 2.600 millones de seres que no tienen acceso a aguas limpias. Cada año 1.800.000 niños en el mundo mueran de diarrea por haber consumido agua no potable.
La lucha por el agua va a ser el escenario de los principales conflictos en el siglo XXI. El crecimiento de la población, la industrialización, la expansión de áreas cultivadas presionan sobre el uso de un recurso natural finito. Existen conocimiento y técnicas para resolver esa situación, vergonzosamente en muchos países en desarrollo ésa no parece ser la prioridad política fundamental.
En Venezuela no sólo enfrentamos las malas condiciones ambientales en algunos embalses sino que además olvidamos que el 60% de las aguas de nuestro principal río, el Orinoco, depende del uso racional que haga de ellas Colombia. Por eso es fundamental coordinar políticas con el gobierno colombiano para que se asegure el debido cuido a las cuencas hidrográficas que originan el agua que nutrirán nuestros ríos.
El agua no es una mercancía sino, como el aire que respiramos, uno de los elementos esenciales para la vida en este planeta. Tomar conciencia de ello es fundamental, y es una responsabilidad del Estado asegurar el acceso de agua potable a todos los habitantes. Ojalá que los hechos ocurridos recientemente en el rio Guarapiche y en los estados Carabobo y Aragua, sean una clarinada de alerta sobre la necesidad de tomar medidas urgentes a favor de la población y no enlodarlas más con una falsa lucha política por el poder.
