Basta de politiquería
Es evidente que la mayoría de los políticos venezolanos, tanto los tradicionales como los nuevos, no saben hablarle al pueblo, no presentan soluciones a los problemas cotidianos que los acosan y solo parecen saber de grandes conceptos como libertad, democracia o revolución.
No saben llegarles, ni explicarles lo que se debe hacer y cómo lograr tener acceso a sueldos dignos, que sus hijos puedan tener una educación de calidad tanto en colegios, como en liceos y universidades. Que tengan acceso gratuito a una salud pública de primera calidad. Que pueden confiar en que los servicios de agua, gas y electricidad estarán disponibles sin interrupciones, como lo fueron en el pasado. Que las fuerzas de seguridad publicas no son el enemigo, sino quienes en verdad los protegerán de la delincuencia.
Esos son los principales problemas que esperan por respuestas concretas y los políticos deben acompañar al pueblo a exigir y protestar hasta que se obtengan respuestas satisfactorias.
Eso es hacer política de a pie y no en las alturas de unos medios de comunicación que ya casi nadie escucha.
Por esta razón la gente siente mas cercanas a las ONG, la Iglesia y algunos dirigentes vecinales. La mayoría de los líderes sólo pasan de manera rasante por las principales barriadas del país y eso cuando hay una elección en puertas.
Rómulo Betancourt solía decir que hacer política no era complicado, pero que había que hacerlo 24 horas al día.