El quiebre de los valores
Si algo ha ocurrido en estos casi trece años ha sido un proceso de quiebre de los valores tradicionales de la sociedad venezolana.
Se ha impuesto desde la primera magistratura un lenguaje pseudo popular y destructor de las buenas costumbres que han regido la vida familiar en nuestro país. No pretendemos ser pacatos y desconocer las circunstancias en las que es necesario utilizar interjecciones, comúnmente calificadas como groserías, pero otra cosa es usar los medios de comunicación para insultar de manera procaz a una parte de los ciudadanos del país.
El colmo de la desfachatez es considerar a Mario Silva como un ángel redentor y permitir que viole día a día la ley en su programa, no sólo haciendo públicos los pinchazos telefónicos, sino además injuriando, calumniando y ofendiendo, sin ton ni son, a todo aquel que no participa de las confusas ideas de Chávez. Hay reglas muy claras a las que tendría que atenerse Conatel pero éstas, por lo visto, sólo son aplicables a los medios de comunicación social no afectos al régimen.
Venezuela requiere que retorne la dignidad a la Presidencia de la República, que vuelva el lenguaje diáfano -no procaz y mentiroso- sobre el rumbo que tenemos que adoptar los venezolanos para salir de esta crisis política, económica y moral.