El tiempo pasa y nada arregla
Muchos desearían que el tiempo lo arreglase todo. Que amaneciéramos un día y que todo lo malo ocurrido en el pasado no fuese sino una larga pesadilla. Lamentablemente, la realidad persiste en mostrarnos el feo rostro de quienes han destruido, no solo un país, sino la esperanza de los que creyeron en que ellos de verdad iban a hacer que Venezuela fuera para todos y de todos.
No solo no cumplieron su promesa sino que, para mantenerse en el poder, prefirieron sembrar odio y división entre los venezolanos, mientras que ellos se enriquecían, literalmente saqueando a la nación sin dejar nada a cambio.
Ahora llega un día, que no importa como llamemos porque elecciones libres no son y lo que salga del 21N no cambiará nada, salvo que el resultado de ese evento sirva para encender la llama de libertad, que, lamentablemente, algunos presuntos opositores quisieron apagar al romper una unidad necesaria para enfrentar al régimen e infligirle algunas importantes derrotas. El 22N sabremos quiénes son los que de verdad están dispuestos a tomar la antorcha en sus manos y continuar, sin denuedo, la lucha hasta vencer y decir, como dijo Churchill en situaciones aún más dramáticas que la nuestra, nosotros nunca nos rendiremos hasta que Venezuela vuelva a ser libre.