Más reflexión y menos reacción
El mundo se está moviendo a una velocidad inusual. Lo que dábamos por estable, luce cada dia más inestable. Los cambios ocurridos desde 1945, cuando culminó la II Guerra Mundial, fueron importantes pero predecibles. La guerra fría, el fin del apartheid, el Tacherismo, la caída de las dictaduras militares en America Latina, los cambios en China que realizó Deng Tsao Ping, el derrumbe de la URSS, el auge de la globalización, pero lo que no entraba en nuestros cálculos mentales eran la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania.
Estos dos eventos han afectado profundamente al mundo globalizado que conocíamos y que Thomas Friedman definió como un mundo plano. Ahora nos enfrentamos a una realidad internacional desconcertante, en la que se estaría redibujando la geopolítica mundial. Por ello, tenemos que aprender a reflexionar antes de reaccionar, porque los parámetros que conocíamos ya no son, ni serán los mismos. Los cambios que ocurren no son lineales y dependen de muchas variables exógenas, por lo que son difíciles de entender.
Hoy hay que tener mas que nunca una visión glocal, es decir, ver al mismo tiempo lo que está ocurriendo a nivel global pero analizando la incidencia que tendrá a nivel local.
