Veni, vidi, vici
Esa famosa frase, en latín antiguo, atribuida por Plutarco a Julio César con relación a la carta que este presentó al Senado Romano en el año 47 a.c. , en la que le comunicaba su victoria en la batalla de Zela, significa vine, vi y conquisté.
Igual podría decir hoy Juan Guaidó, al haber logrado escabullírsele al régimen y atravesar la frontera sin ser detenido, luego en Bogóta convertirse, junto a Pompeo e Iván Duque, en un factor esencial en la aprobación, por parte de 18 naciones del continente, de una resolución de la Convención Interamericana Contra el Terrorismo, en la que se condena expresamente la presencia en la región y particularmente en Venezuela, de organizaciones internacionales terroristas como el ELN y HEZBOLAH.
Con ese importante resultado a cuestas Guaidó franqueó el océano y pudo conquistar la opinión pública europea con su atinada intervención en Davos, y luego, sostuvo diversos encuentros con los principales gobernantes europeos así como con relevantes personalidades internacionales.
Esa gira europea concluyó de manera apoteósica en España, siendo recibido con honores por el presidente del Ayuntamiento de Madrid, así como por el Alcalde de la ciudad y que culminó con una manifestación pública en la Puerta del Sol en la que se concentró, con lluvia y todo, una gran multitud de venezolanos que residen por ahora en ese país.
Regresando a nuestro continente, fue recibido en Ottawa por el primer ministro Justin Trudeau, con el que conversó y coordinó futuras acciones necesarias para recuperar la libertad en Venezuela.
Los venezolanos tenemos que sentirnos orgullosos de esa campaña admirable que viene realizando Juan Guaidó en pos de la libertad y la recuperación de la democracia. Y esperamos su pronto retorno a nuestro país, después de su encuentro, el sábado, con nuestros compatriotas en Miami, para que siga aquí en su lucha, ya que pudo en su gira demostrarle a las autoridades suramericanas, norteamericanas y europeas cuál es la naturaleza perversa del régimen y sus turbias alianzas con factores del terrorismo internacional.
La tarea de Juan Guaidó ha sido difícil y ha exigido mucha entereza. En el mundo de la política la ciencia ha sido desplazada de su función social, en vez de ejercerla con su condición científica.
Ha respondido una gran parte del mundo occidental a la acción de Guaidó en su condición de Presidente interino. Es un logro que contrasta con la torpeza de grupos que no han cumplido su deber en términos políticos y se ha aliado a grupos terroristas. El ejemplo de Fidel Castro fue el primer aviso al mundo, y después se hizo viral con estados debilitados y dirigidos por personas no calificadas para representarnos. Se produjo una constitución que era la misma en contenido respecto de otras constituciones de países subdesarrollados y con déspotas que cada vez más se hicieron dictadores.
Ahora tenemos el deber de colaborar con el gobierno de Juan Guaidó y alcanzar la estabilidad de una nación disminuída.
Esa es la tarea del Presidente Juan Guaidó.