Salud y Bienestar

Aspergilosis: Una micosis de difícil diagnóstico

La aspergilosis invasiva es una enfermedad causada por especies patógenas y oportunistas del género Aspergillus. Este hongo es ubicuo, es decir, puede encontrarse en cualquier lugar del planeta. Sin embargo, las personas que tienen mayor riesgo de desarrollar problemas de salud por este hongo son aquellas con alteraciones en su sistema inmunológico por distintas causas, entre las más comunes, los que reciben tratamiento prolongado con corticoesteroides indicado en pacientes con enfermedades autoinmunes o metabólicas, los que reciben quimioterapia por cáncer, los pacientes con trasplante de órgano sólido o trasplante de médula ósea y, en menor frecuencia, en los pacientes con enfermedades pulmonares crónicas, entre otros factores de riesgo.

Las infecciones oportunistas son aquellas producidas por algún microorganismo con el cual convivimos de forma regular, pues se encuentra en el medio ambiente que nos rodea o puede formar parte de nuestra flora normal y que habitualmente no afecta a las personas con un sistema inmunológico sano o competente, pero sí puede causar enfermedad en individuos cuando existe una disfunción del sistema inmune así como la aparición de los factores de riesgo mencionados anteriormente.

El hongo Aspergillus puede estar tanto en interiores como al aire libre (agua, alimentos, suelo, polvo, vegetación en descomposición, materiales de construcción, excavaciones, entre otros lugares).

La Dra. Maribel Dolande, especialista de larga data en micología médica, explica que efectivamente “en el caso de la aspergilosis invasiva, es fundamental la presencia de los factores de riesgo para el desarrollo de ésta micosis y su mayor frecuencia se presenta en pacientes con enfermedades hematooncológicas, como las leucemias, porque en ellos la neutropenia o la afectación de su sistema inmunológico es mayor. Otro grupo de pacientes que puede desarrollar aspergilosis es el que padece enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus, enfermedades autoinmunes como el lupus porque necesitan de tratamiento prolongado con esteroides, así como los que requieren trasplantes de órganos y/o médula ósea, pacientes con VIH/SIDA y personas que sufren EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).

“Es importante destacar que otro grupo de pacientes con riesgo de desarrollar aspergilosis invasora es el que se encuentra en las unidades de cuidados intensivos tanto de adultos como neonatal, porque reciben nutrición parenteral, antibióticos de amplio espectro, ventilación mecánica, la presencia de catéteres y un tiempo prolongado de hospitalización. Todos estos factores hacen al paciente susceptible a desarrollar una enfermedad fúngica, que en el grupo señalado en principio es más frecuente la candidiasis invasora pero hay que estar vigilantes a la aparición de la aspergilosis”, señala la Dra. Dolande.

Estos factores tienen como elemento en común su capacidad para debilitar el sistema inmunológico de las personas. Cuando un individuo presenta un deterioro significativo en su sistema inmunológico se dice que se encuentra “inmunocomprometido” o “inmunosuprimido», lo que hace que tenga una mayor probabilidad de contraer una infección oportunista por hongos, bacterias, virus o parásitos.

El hongo Aspergillus puede afectar diferentes órganos causando desde una infección leve hasta una infección severa, dependiendo del estado inmunológico de cada paciente. La Dra. Dolande, comentó sobre esta enfermedad: “Si sospechamos la presencia de una infección causada por un hongo, debemos acudir lo antes posible al médico para hacer un diagnóstico micológico, colocar un tratamiento adecuado y precoz. Si bien en algunos casos suele presentarse con fiebre, dificultad para respirar, dolor de cabeza, tos con sangre, no existen síntomas claramente definidos para la aspergilosis. Sin embargo, es importante recordar que si notamos un malestar y fiebre que se prolonga por varias semanas y pertenecemos a algunos de los grupos de riesgo, debemos actuar con precaución y acudir al especialista”.

El diagnóstico suele ser difícil. Se requiere la demostración de Aspergillus en biopsias y/o cultivos. Para la enfermedad invasiva, existen análisis en sangre y lavado broncoalveolar para pacientes de alto riesgo como el test Galactomanano, que es de gran importancia y utilidad en el manejo de esta patología ya que permite que se realice un diagnóstico precoz y se indique el tratamiento específico antes del desarrollo total de la aspergilosis, lo cual contribuye a disminuir la morbi-mortalidad de esta micosis, además la prueba permite monitorear la eficacia del tratamiento.

En este sentido, Pfizer Venezuela adelanta un programa denominado App-Ergilos, el cual contempla avances de gran importancia en la detección y manejo de datos asociados a la enfermedad en nuestro país, contribuyendo a mejorar la calidad de vida y el pronóstico de los pacientes con aspergilosis.

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