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Gustavo Dudamel y la Sinfónica Juvenil de Caracas regalaron notas llenas de alegría y emoción

El domingo 19 de diciembre, la Sala Simón Bolívar del Centro de Acción Social por la Música, fue el escenario de un concierto memorable, ofrecido por la Sinfónica Juvenil de Caracas, una de las orquestas de mayor futuro y proyección del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela – adscrito a la Vicepresidencia de la República –dirigida magistralmente por el maestro Gustavo Dudamel.

La Sinfónica Juvenil de Caracas cerró en forma triunfal su temporada de conciertos 2010. Gustavo Dudamel aprovechó su estadía en Venezuela para dirigirla. “Estoy muy contento, porque tenía muchas ganas de dirigir a esta orquesta desde hace mucho tiempo, y para mi fue un honor haber trabajado con ellos en esta oportunidad”, afirmó el maestro Dudamel.

La primera parte del repertorio contó la Sinfonía No. 7 en La Mayor de Ludwig van Beethoven. Durante 40 minutos, Dudamel condujo a la orquesta a través de las notas cargadas de energía y emotividad de la obra. Finalizando, durante el Allegro con brío, las expresiones de alegría y emoción del público eran indescriptibles. Cuando el director hizo el movimiento final con su batuta, paró la música, pero acto seguido la euforia colectiva se apoderó del recinto y vinieron 10 minutos de ensordecedora ovación.

Después de un breve intermedio, Gustavo Dudamel ofreció unas calurosas palabras al público: “Estamos culminando un año de música, interpretando obras de dos genios y con una orquesta maravillosa. Hace 10 años el maestro Abreu me dio la oportunidad de ser director titular de esta orquesta. Ahora los veo y encuentro muchas caras nuevas. Estoy impresionado del altísimo nivel de todos estos músicos y esto es gracias al gran trabajo que ha hecho un hermano del alma, su director, el maestro Dietrich Paredes. Por su puesto este regalo de tener música del más alto nivel no los ha dado el maestro José Antonio Abreu.”

En la segunda parte del concierto fue interpretada la Sinfónía N° 3 “Con órgano” en Do Menor, del compositor francés Camille Saint-Saëns (1835 – 1921), teniendo como solista al maestro Pablo Castellanos, quien tocó el gran órgano Klais, de 11 metros de alto por 13 de ancho que se encuentra en la sala. Esta es una obra de gran dificultad debido a la combinación de segmentos llenos de velocidad y virtuosismo, que contrastan con otros momentos llenos de minimalismo, donde las melodías son protagonistas. Pero la orquesta estuvo a la altura del reto.

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