Sátira política «The Party» rescata el espíritu vigoroso de la Berlinale 2017

Por Martha Escalona Zerpa
Desde Berlín especial para Analítica.com

Un selecto elenco de actores y actrices como Bruno Ganz, Kristin Scott Thomas, Cillian Murphy, Timothy Spall, Cherry Jones y Patricia Clarkson protagonizan la película «The Party», escrita y dirigida por la directora británica Sally Potter.

«The Party», tiene una duración de apenas 71 minutos, está filmada en blanco y negro, para – así la directora – ahondar en el mundo subjetivo de sus personajes y evitar cualquier distracción innecesaria y se desarrolla en cuatro espacios de una casa: cocina, sala, baño y jardín y fue rodada en pocas semanas. Es, si se quiere, una especie de teatro de salón, donde lo personal es político y lo político se hace personal.

La trama es simple, una fiesta entre pocos amigos para celebrar el nuevo cargo de ministra de su anfitriona Janet (Kristin Scott Thomas). Sin embargo, dos confesiones imprevistas de su esposo Bill (Timothy Spall) van a dar un giro a la situación y a detonar conflictos inusitados. Bill acaba de recibir un diagnóstico fulminante y le es infiel a Janet desde hace un par de años.

Con ellos se encuentran Murphy (Cillian Murphy) un banquero adicto a la cocaina, que se ha enterado que su mujer Marianne le traiciona con Bill, el esposo de Janet. Gottfried (el actor Bruno Ganz) es asesor personal y esposo de (Patricia Clarkson) la mejor amiga de Janet y brillante analítica del comportamiento de los invitados y por último, una pareja de mujeres (Emily Mortimer y Cherry Jones), que aprovechan para anunciar el exitóso embarazo de trillizos.

Los diálogos son afilados, brillantes, sobresalientes y cada parlamento incuba una crítica social y política a la sociedad británica y a los propios ideales políticos. La música está omnipresente en los 71 minutos y Bill es el DJ.

Los temas que los personajes se van lanzando unos a otros, en un ambiente emocionalmente alterado y agresivo, pero a la vez tragicómico son varios: el enriquecimiento inescrupuloso de los banqueros en el mercado financiero, del deteriorado sistema de salud inglés, en el que la esperanza de vida está ligada a la clase social y al poder adquisitivo, y los pobres mueren más jóvenes que los ricos, del debilitado poder de cambio de las élites intelectuales, y en el fondo, que la traición y la mentira lo destruyen todo, también el amor. Para Sally Potter decir la verdad es «importante siempre, en la vida política y en la personal».
Los personajes están ocupados en el amargo desencanto de las utopías versus la realidad y el materialismo, y por ello es el cinismo la emoción persistente en este teatro de cámara, donde los sueños se han quedado en el camino y las contradicciones son parte del dia a dia. El Brexit pertenece a ello. «Mi película tiene algo de declaración política sobre una Inglaterra que se desgarra», afirmó Sally Potter en la conferencia de prensa.
Aparte de «The Party», se mostraron a la competición por el Oso de Oro la película alemana «Helle Nächte» (Noches claras) dirigida por Thomas Arlsan, sobre una díficl relación padre e hijo, inmersa en las largas noches de Noruegy y la película japonesa «Mr. Long» del director Sabu.