Galipán, un lugar de desconexión

La carretera serpenteante de Galipán, que se adentra en El Ávila, permite iniciar la desconexión con la gran ciudad. Atrás queda el bullicio y el ajetreo de Caracas para ir poco a poco descubriendo los encantos de este hermoso rincón.
Ubicado en el estado Vargas, este pueblo tiene acceso desde Macuto y Cotiza. En varios puntos de la vía puede apreciarse una vista espectacular de Caracas; en la ladera norte se contempla un paisaje bucólico, por encima de las nubes, hacia el Mar Caribe.

Con una temperatura fresca, rodeado de árboles de gran tamaño y en medio de la montaña, Galipán ofrece un festín de flores y aroma a eucalipto. Hay atractivos para todos: desde fresas con crema y sándwiches de pernil hasta los más exquisitos restaurantes con menús de talla internacional.
El chef Ángel Sánchez, dueño del restaurante Granja Natalia, expresa: “Lo mejor de Galipán es absolutamente todo”. Con 15 años de funcionamiento, el local combina la gastronomía con la imponente vista hacia El Picacho y el mar, que se dejan apreciar desde el salón principal y la terraza, ubicada al aire libre.

Llegar a Galipán es desconectarse del estrés y del ritmo impuesto por la ciudad; es un respiro que agradece el alma a más de 1.800 msnm, para disfrutar en familia o en pareja, de aire puro, el verdor de la montaña y la amabilidad de sus pobladores.
Hay diferentes opciones de servicios turísticos para todos los gustos, desde posadas hasta sitios de lujo para almorzar o cenar disfrutando de un atardecer mágico. Quienes deseen degustar los mejores platos de tendencia francesa en la intimidad del lugar, pueden visitar Granja Natalia.
