El pueblo, en la calle, no necesita armas para salir y defenderse

El pueblo saldrá a la calle el 12 de octubre, como él suele salir a la calle, sin armas, con honor.

Todos, modestamente vamos a protestar, porque el gobierno que tenemos nos desprecia, violando, desde hace años, la Constitución de la República y las Leyes que desde ella se derivan.

El pueblo confiaba en que las Leyes que regían la República serían respetadas, y confiaba, igualmente, en que para el caso de que las autoridades se transformaran de demócratas en tiránicas, el ejército venezolano, que entre sus funciones tiene la de proteger a su pueblo, se encargaría de ello. Por desdicha, tal parece que las masas se hallan desprotegidas por los sectores militares en los que depositaban su confianza, y que, siendo así, únicamente dependen de su coraje. Sin embargo, el coraje no es poca cosa, es justamente eso, lo que les falta a los dictadores. Ellos poseen toda la fuerza y todas las armas, pero carecen del honor y la majestad requeridos para usarlas.  Hay, además, un fondo que, a nuestro juicio, no ha de quedar sin ser mencionado.  Desde el Gobierno de Hugo Chávez, nuestro país fue entregado a los intereses cubanos, a Fidel y a Raúl Castro. “Nuestra” política se hizo ajena, y se ejerció, desde entonces, en beneficio de lo que sirviese a los objetivos cubanos.

En la actualidad, la nación está segura de que cualquier elección que sea realizada, será ganada de una manera contundente por la oposición. Y el propio gobierno, posee la misma convicción. Es, precisamente, por ello, que la tiranía obstaculiza la manifestación del próximo 12 de octubre, y que a pesar de todo la haremos.

Por supuesto, que nos agradaría más contar con el respeto del Ejército Nacional. Pero si el ejército no nos brinda la protección a la que tenemos derecho, saldremos, de todas formas, a la calle, resueltos y con honor. ¡Nosotros no somos tiranos ni ladrones: nosotros somos, simplemente. La Democracia!