Emergencia nacional prorrogada
Isaías A. Márquez Díaz
Para nadie es secreto que, desde 2014, año cuando NM asume el poder, en todo ranking mundial Venezuela ocupa el último lugar y con incremento de ciertas condiciones dramáticas, tales como las de POBREZA CRÍTICA ya que Por las calles de las principales ciudades/capitales proliferan, a diario, centenares de menesterosos hurgando bolsas de basura en busca de andrajos y bagazos. El derrumbe socioeconómico actual de Venezuela es el peor de de cualesquiera vivido en el continente americano; desde la Gran Depresión de los EEUU, hasta la crisis por las deudas de México y/o Argentina.
El régimen decidió hambrearnos solo por honrar su deuda externa chinorrusa, por la compra de equipos bélicos para defensa de una invasión ficticia.
Desde 2017 ocupamos el último lugar del ranking mundial en libertad económica; ínterin, Hong Kong y Singapur continúan liderando los primeros puestos de la cualificación, de entre unas 160 naciones.
En todos los aspectos evaluables, Venezuela, bajo el régimen gris de NM obtiene la puntuación ínfima, cuan estudiante reprobado hasta en reparación.
Nuestro caso más grave lo representa el indicador de “moneda sana”, enferma a causa de una devaluación indómita del bolívar, reforzada por la emisión de dinero inorgánico (burbuja).
En 15 años (2000-2015) bajamos casi unos 30 puntos, mientras que los otros dos países mencionados mantienen su primer lugar en el ranking.
Canadá y EEUU lideran el índice en el continente, seguidos de Chile, Guatemala y Panamá. A Venezuela le siguen Argentina, Brasil, Ecuador y Bolivia.
Por otra parte, 2018 reprentó para Venezuela su quinto año consecutivo de recesión, lapso cuando perdió casi un 50 % de su PIB, y es la única economía en el mundo con hiperinflación cercana a 1.700.000,00 %, según AN, aparte de un desabastecimiento increíble de productos básicos. En efecto, vivimos el caos más agudo de nuestra historia contemporánea, traducido en un impacto socioeconómico que, según encuesta ENCOVI-UCAB, alcanzó niveles de pobreza hasta de un 87 % de la población con ingreso inferior a la línea de pobreza.
La decisión de los EEUU al prorrogar por un año más la emergencia nacional a causa de nuestra situación crítica no se fundamenta en caprichos; tampoco, en inquisitoriales.
