Emisiones GEI y sus responsables
No es posible hablar sobre la situación de crisis climática que nos flagela a escala mundial sin mencionar que gracias a EEUU, China y la India, las emisiones globales de dióxido de carbono tocaron niveles récords durante 2018. Según informe de la AIE, este gas representa, en relación con la energía, la mayoría de las emisiones que aumentaron en cerca de un 1,78 % durante el lapso indicado con esas tres naciones que conformaron un 85 % del crecimiento total. Cabe mencionar que la disminución de uso del carbón en la CE se compensó por el incremento de China e India, cuya resultante equivale a un 0,7 % de incremento de emisiones GEI.
Parte del problema inicia desde 2016 cuando la economía global comenzó a crecer, inocuamente, más que antes porque las emisiones de dióxido de carbono provenientes de la quema de combustibles fósiles, así como de procesos industriales, no crecieron durante 2015 y se estimaba que cada año sería, escasamente, peor que el anterior. Pero, tras una probabilidad efímera, a causa de la recesión mundial, las emisiones de dióxido de carbono, relacionadas con la generación de energía, aumentaron por segundo año consecutivo durante 2018, hasta alcanzar la cifra récord ya indicada; según el informe AIE, el dióxido de carbono asociado a la energía, equivalente a casi la totalidad de las emisiones, se incrementó en cerca de un 1,7 % durante 2018, donde EEUU, China e India conforman un 85 % de la totalidad de dicho aumento, aunque la reducción de uso del carbón por parte de la CE compensó el aumento de dicho elemento por China e India, lo que se tradujo en el crecimiento de un 0,7 % ya indicado, como media ponderada de la combustión del mismo.
Exabruptamente, en 6/2017, EEUU desestimó el Acuerdo de París, calificándolo de “debilitante, desventajoso e injusto”, atrevimiento con el que Trump soslayó la ciencia y ahondó su fractura con Europa, puesto que “aunque el cambio climático sea el origen algunos problemas, nos hace gastar miles de millones de dólares en desarrollo de tecnologías que no necesitamos”, aunque según Rhodium Group, se estima que EEUU aumentó sus emisiones de dióxido de carbono en casi un 3,4 % entre 2017-2018, lo cual representó el mayor incremento desde 2010 en esa nación.
