La importancia de la manufactura
El crecimiento acelerado que ha tenido el mundo en los últimos años nos ha llevado a pensar en desarrollos tecnológicos y las redes sociales como las empresas del futuro. Esta visión, no nos permite darle el crédito necesario a la columna vertebral del desarrollo económico. Inversiones en infraestructura y empresas de manufactura han tenido la responsabilidad de levantar países de la pobreza e impulsarlos a ser potencias mundiales y jugadores importantes en la economía global.
Exploremos la importancia de la manufactura a través del ejemplo de una ensambladora de carros como General Motors o Toyota. Una nueva planta requiere una inversión substancial, no sólo en maquinaria y equipos sino también en construir la fábrica.
Esta gran inversión incentiva a la compañía a adquirir un compromiso a largo plazo con el desarrollo de la economía local.
Esto trae como consecuencia:
1) nuevos empleos
2) ingresos fiscales
3) desarrollo de pequeñas empresas que producirán partes y servicios para esta nueva industria.
Cada una de estas pequeñas empresas requerirá también grandes inversiones y nuevos empleos. Generando una reacción en cadena que incrementa el poder adquisitivo local y mejora las condiciones de trabajo de todos los proveedores de la zona.
Esta historia de desarrollo comienza en el siglo 18 con la revolución industrial que representa el nacimiento de la manufactura con producción masiva. Fue en las espaldas de compañías textiles y de transporte que Inglaterra logro convertirse en la potencia económica de la época.
A finales del siglo 19 y principios del 20 surgen los gigantes manufactureros que crearon la fuerza económica de los Estados Unidos: compañías petroleras, acereras, ensambladoras de carros y servicios de electricidad fueron los principales innovadores de la época.
Después de la guerra, Alemania y Japón enfocaron su reconstrucción y crecimiento en promover la industria manufacturera. BMW, Volkswagen, Sony, Toyota y muchas otras ayudaron a traer 2 países devastados por la guerra a la lista de las 5 potencias económicas del mundo.
Mientras crecía la economía mundial, aumentaron los salarios y precios de muchos productos, esto empujo a las compañías manufactureras a mudar sus fabricas a países emergentes donde los costos eran inferiores.
El siglo 21 trae una tendencia diferente. Los países industrializados están trabajando en reducir costos a través de innovaciones. La tecnología nos ha llevado a un punto donde muchos trabajos pueden ser substituidos por maquinaria automatizada, esto reduce los costos laborales y hace que los altos salarios de países como Alemania, Japón y E.E.U.U, no incentiven a mudar las fábricas.
Sabiendo la importancia de la manufactura para el desarrollo de los países y viendo esta nueva tendencia de regresar a países industrializados, ¿qué puede hacer Venezuela para ganar una fracción del desarrollo que han visto países como México, Perú y Brasil?
La respuesta no es sencilla, Venezuela tiene que incentivar a los emprendedores a que inviertan en el país, y para eso hay que recurrir a varias medidas que parecen están más lejos que cerca de ocurrir si continuamos en el camino actual.
Debemos promover la seguridad jurídica. Nuevas leyes que protejan la propiedad privada y la propiedad intelectual, e incentiven a los máximos niveles de productividad, incorporando medidas de responsabilidad social empresarial que garanticen condiciones justas y competitivas pueden lograr el cambio.
Ningún país puede crecer sin inversión. Ya teniendo el marco legal debemos promover la inversión del estado en áreas como: energía (eléctrica o hidroeléctrica), infraestructura (autopistas, puertos y aeropuertos), seguridad territorial (policías locales y regionales), telecomunicaciones y educación, esta ultima proveerá a las industrias de talento especializado nacional y atraerá a otras industrias a aprovechar la mano de obra especializada de Venezuela.
Esta inversión debe venir acompañada de una política económica que incentive a la población a consumir productos locales, a través de impuestos arancelarios a la importación de aquellos que son fabricados en el exterior.
También es importante que el estado organice concursos que incentiven el desarrollo de ideas de emprendimiento y creación de nuevas empresas. Otra área importante es la creación de nuevas tecnologías, ya sea promoviendo investigaciones en las universidades del país que expandan las barreras del conocimiento o promoviendo las inversiones privadas en investigación y desarrollo. Las nuevas tecnologías mantendrán a Venezuela en capacidad de atraer muchas nuevas industrias.
Por último, hay que revisar y buscar la manera de eliminar todos los controles que distorsionan la economía. Esto ayudara a la industria a tener acceso a fuentes de capital en el extranjero y a comprar libremente bienes y servicios que no se produzcan en el país.
Con estos cambios nuestra economía reduciría la dependencia que tiene en la producción de petróleo, creando muchas otras corrientes de ingresos. La caída del precio del petróleo en los últimos meses ha reducido los ingresos del país dramáticamente. Este tipo de políticas deberían ser consideradas por el actual gobierno si queremos evitar la crisis que se acerca por el camino actual. Un país solo puede vivir de el valor agregado que genera y no de la extracción como cazadores y recolectores
