Opinión Internacional

De la Rúa: Un Estado así no sirve para nada

Con un mensaje corto, preciso y directo, el presidente Fernando de la Rúa pidió ayer a los legisladores reunidos en la Asamblea Legislativa que acompañen su proyecto para una nueva transformación del Estado nacional.

«Quiero que me acompañen en esta nueva tarea que nos urge: la transformación del Estado argentino. Este que tenemos ahora, si me disculpan la expresión, no sirve para nada», dijo el Presidente.

De la Rúa dio ayer su primer mensaje inaugural de un nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el número 118, en una ceremonia prolija, sin galerías estridentes, pero que igual lo aplaudieron quince veces a lo largo de su intervención, hecha en un estilo dirigido al público televisivo, en particular.

En su discurso de poco más de media hora, el Presidente reclamó una «depuración» en la Justicia e insistió con la necesidad de apurar la reforma laboral, que espera la media sanción del Senado.

Además, entre otros ejes dominantes, planteó como tema prioritario la seguridad y admitió el costo político de la suba de impuestos.

De la Rúa hizo una fuerte reivindicación del Estado y de su rol en el desarrollo del país, en acaso el más evidente contraste con el discurso dominante en la última década menemista.

«No exagero: el Estado actual es chico, no tiene nada más que vender, sin embargo tiene una deuda que amenaza todo el sistema y asfixia al sector privado. Este Estado -abundó- así no suma, resta.» «Quiero transformarlo en un Estado rico, eficaz, activo en sus políticas, cercano a la gente y capaz de pararse al frente del desarrollo de la Argentina», propuso.

Como pasos en esa dirección habló de eliminar el déficit «que nos asfixia» y que por ello se está reduciendo «dramáticamente» el gasto público, como no ocurrió en décadas. «No tengo gastos reservados, tampoco los tiene el vicepresidente ni ninguno de mis ministros», explicó, con lo cual arrancó nuevos aplausos.

Dijo que «aumentar los impuestos a los que más pueden se debió haber hecho y no se hizo porque tiene un alto costo político«. Y que él tuvo que hacerlo «para salvar la quiebra del Estado». Añadió: «Yo no estoy aquí para hacer las cosas que me gustan sino las necesarias».

Continuó en primera persona: «Yo no estoy aquí sentado para dejar que unos sigan pagando impuestos y otros no. En muy poco tiempo -agregó después- empezarán a verse casos de grandes evasores denunciados a la Justicia».

Como para rematar, aseveró que «la impunidad se terminó» y que cuando todos paguen «voy a bajar los impuestos».

En otro pasaje, el Presidente reclamó un profundo replanteo de la situación de la Justicia para lograr un «funcionamiento regular y eficiente».

Fue un embate contenido contra el Consejo de la Magistratura, una novedad institucional creada en la reforma de la Constitución de 1994, que tiene la facultad de nombrar jueces y removerlos a través del Tribunal de Enjuiciamiento.

El jefe de Estado dijo que el papel de la Justicia significaba otro factor de gran importancia «para el desarrollo de la estrategia política y económica de mi gobierno, porque aporta previsibilidad, certeza a las relaciones, mejora la competividad y alienta las inversiones».

Fue en este tramo que instó a los miembros del Consejo de la Magistratura «a proveer sin más demora las designaciones que están esperando, y cuando proceda dar curso a las investigaciones para que los argentinos podamos saber que contamos con buenos jueces y que los que no cumplen con la ley, son sancionados y puestos al margen de la Justicia».

El párrafo fue precedido por otro de mayor contundencia: «La Justicia necesita una depuración que estamos esperando».

Volvió sobre el particular: «Una economía competitiva como la que nos estamos proponiendo conseguir necesita un marco de seguridad jurídica, reglas claras, jueces honestos que, me consta, son la gran mayoría».

De la Rúa formuló una especie de cuadro de sus intenciones. Por caso, crecer con desarrollo social y a través de las pequeñas y medianas empresas.

«Hoy sólo las grandes empresas multinacionales acceden al credito y las PyMEs, que son el 75 por ciento, nada. ¿Por qué? Porque los créditos no se dan o son tan caros que no se justifican», sostuvo.

Después de resaltar que hoy «no competimos con nadie», se abocó al tema de la reforma laboral, ya aprobada por Diputados .

«Esta ley es la verdadera medida de fuerza para crear condiciones que favorezcan el empleo», señaló con alguna doble intención, tomando en cuenta las protestas de los sectores gremiales adversos.

En materia de seguridad hizo referencia al plan nacional de política criminal que incluirá un conjunto de medidas. Entre ellas, modificaciones al Código Penal, al régimen legal de los menores y a la excarcelación durante el proceso.

También lanzó una especie de grito de guerra contra el contrabando que, adelantó, será un delito contra el Estado.

«Hablando de contrabando, Honorable Congreso, algo más: maldita cocaína», sorprendió. Fue la apertura de las líneas dedicadas al narcotráfico, a cuyos mercaderes también les declaró la guerra.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba