Lío Gordo
Gordon Brown es un primer ministro muy inusual en el Reino Unido pues él llegó a ser el jefe de su partido y luego el del gobierno sin que mediase una votación popular.
Cuando en junio 2007 remplazó a Blair él se jactaba de haber sido durante una década “el secretario del tesoro más exitoso de la historia británica”. En sus primeros tres meses en el poder él fue tan popular que si adelantaba las elecciones las hubiera ganado por amplio margen con lo cual pudo haber garantizado 5 años de gobierno.
Empero, él no se atrevió a hacer ello y luego su administración se vio envuelta en escándalos y en el inicio de la recesión. De allí todas las elecciones que él ha confrontado (las municipales de Londres y de Inglaterra y Gales) y tres para remplazar parlamentarios que dejaban el cargo, su partido ha sido apabullado.
A estas alturas Brown ya no podría ganar las elecciones del 2,010 y el laborismo debe escoger entre dos males: buscar substituirlo de su cargo o dejarlo allí queriendo evitar algo peor (una guerra civil interna).