No lo Toledo
En Perú buscan primer ministro y gabinete. De preferencia los candidatos deberán ser carismáticos, de aguda inteligencia, cultura comprobada, poseer hábito de monjes y doctos en el entendimiento de la magia. Cercano el calendario romano a la fiesta patria peruana se estila cambios, remociones y maquillaje para enfrentar un nuevo año. Juan Sheput, Consejero Presidencial afirmó que se está evaluando un gabinete de independientes. Más allá del testimonio doctrinario del partido gobernante Perú Posible “Todas las sangres” subrayando la importancia del mestizaje y de la reconciliación nacional, la verdad es que el 11% de aprobación presidencial hace inviable un mandato más allá del 2004. Un sector de la prensa viene reclamando la renuncia de Toledo Manrique y aunque esta no se dibuja en la agenda inmediata, lo que sí es cierto es que el pueblo se la esta poniendo sobre el escritorio.
En ese contexto las apuestas políticas de un frente estabilizador no llegan, el salvavidas de comunión no se arrima a Toledo. Lourdes Flores se retiró del Acuerdo Nacional, Valentín Paniagua ha manifestado que no le interesa participar en el gabinete y con ello, hay dos lecturas. La de los políticos que no desean quemarse y aguardan agazapados su turno o la del administrador público que no desea involucrarse donde cada vez hay más fango y lodo. Algunos afirman que Toledo ya tiene olor de cadáver.
“No lo Toledo” es un slogan popular, con esta graciosa frase que está ganando cada vez mayor espacio en los automóviles y escaparates limeños, los peruanos se desquitan hasta donde pueden de lo que consideran un fraude de cabo a rabo, no como el fraude electoral cocinado por Alberto Fujimori sino el de las altas expectativas, el de las promesas rotas, los dimes y diretes de un gobernante que es considerado débil y poco eficiente en la toma de decisiones, la prensa lo tilda de mitómano, tras intentar tomar algún crédito político militar en el incidente de la empresa Techint, víctima de Sendero Luminoso. Son frecuentes los correos electrónicos con chistes sobre Toledo. Maquiavelo sostenía que un príncipe jamás debía ser odiado, temido sí, pero no recuerdo de lo que decía de los príncipes que se convertían en el hazme reír del populacho.
El 5 de febrero de 1975 estalló Lima, dejó cien muertos y casi mil heridos. En julio de 1977 se produjo la huelga más grave en los últimos 50 años. Morales Bermúdez debió anunciar tras nueve días de paro nacional elecciones para un congreso constituyente. Fujimori se fue sin sangre, después de todo huyó.
La masiva huelga de maestros y los susurros de otra en la policía llevaron irremediablemente a un estado de emergencia. Los maestros harán lo imposible para que se cumplan las ofertas electorales que se les hizo y les firmó el despistado candidato Toledo. Uno culpable de hacerlas, el otro ingenuo o astuto por creerlas, como sea ha pasado el primer round, pero todo indica viene más. El paquete económico de Silva Ruete solo demuestra que se negoció sin caja chica, que es hora de ajustar el cinturón a todos los peruanos incluyendo a los que pertenecen al esquema de los privilegiados. En el Congreso el ministro de economía debió escuchar el “no” a los impuestos a la telefonía móvil y televisión por cable y un “busque dinero en las privilegiadas transnacionales” favorecidas como siempre, de exoneraciones. Es decir no hay como pagar a los maestros.
Es imprescindible que el Perú renegocie su deuda de más de 27.460 millones de dólares y logre tener un respiro para reinvertir en los sectores más desprotegidos.
A los peruanos del Tercer Milenio les preocupa ir hacia un argentinazo, pues aunque comprende que con Toledo van mal, sin él la ruta se vuelve más sospechosa. Quizás sin más remedio tendrán que tolerarlo.
