26-S: un voto por la esperanza
El 26 de septiembre los electores venezolanos tendrán la posibilidad de incidir en el futuro político de nuestro país, de votar para que la Asamblea Nacional siga siendo lo que es en la actualidad, una ensambladora de leyes prefabricadas en Miraflores, o un poder realmente autónomo, capaz de asumir las competencias que le señala la Constitución en materia de legislación y de control de la gestión pública.
La única manera de evitar que continúe esta “maquila” legislativa y que avancemos hacia un real equilibrio de poderes y propiciemos una dura batalla contra la burocracia y la corrupción, es que el ciudadano salga a elegir parlamentarios comprometidos en primer lugar con la carta magna y con sus electores.
El voto también es un instrumento valioso para salirle al paso a una polarización que se ha convertido en el mejor negocio político para los extremismos que viven de la confrontación, del chantaje político, de la estigmatización del adversario y, sobre todo, de suprimir la libre expresión de los matices existentes en nuestra sociedad.
Lo novedoso de este proceso es que sí hay opción frente al sectarismo, la exclusión y el culto a la personalidad que caracteriza a la cúpula del Psuv, y frente a ciertas fórmulas opositoras que huelen a restauración, que castran el surgimiento de nuevos liderazgos y que continúan divorciadas del sentimiento popular favorable a un proyecto de país como el que está propuesto en el texto constitucional de 1999, del cual se aleja también el gobierno.
Desde esta perspectiva, para que la nueva Asamblea cumpla con su rol es imperativo elegir diputados como los valientes dirigentes sindicales Orlando Chirinos y José Bodas, como el siempre luchador Rafael Uzcátegui, como la profesora Margarita López Maya, que supo alzar su voz crítica frente al curso autoritario y mesiánico del proceso liderado por Hugo Chávez. Como Amílcar Boscán , cantante zuliano, o como la urbanista Josefina Baldó y el ex dirigente estudiantil larense Jean Moreno. O como Edgar Silva, fiel defensor de los derechos de los pensionados y jubilados. Como Andrea Tavares, luchadora caraqueña , o el ex rector Luis Fuenmayor Toro. Todos ellos , apoyados por el PPT, son apenas una muestra de una oferta electoral contraria a la polarización y destinada a promover un nuevo momento político a partir del día 27 de septiembre.
El fortalecimiento de este factor que tiene como figura emblemática al gobernador del Estado Lara , Henri Falcón, es necesario y conveniente para que la Asamblea Nacional sea un foro realmente diverso, plural, crítico, y para que confluyan factores progresistas que reivindican un pensamiento asociado indisolublemente a la democracia y al compromiso con los postulados contenidos en la carta magna. La mejor prueba de la pertinencia de este sector que emerge como parte de la propuesta electoral del PPT es el fallido intento del gobierno, e incluso del Presidente, por lograr quebrantar el inmenso apoyo popular que tiene en Lara Henri Falcón, en lo cual Chávez coincide –vaya casualidad- con las voces más atrasadas y desprestigiadas del puntofijismo en esa región.
Así que este 26 de septiembre puede y debe ser el punto de partida para un reacomodo de fuerzas en el país, para que nazca una nueva referencia política mayoritaria que presente alternativas confiables y atractivas frente a un modelo personalista que ha devenido, lamentablemente, en la profundización de los vicios, de la corruptela y de la ineficacia heredados del bipartidismo. Vota para abrirle caminos a la fuerza de la esperanza y a un futuro mejor. Y por la defensa de nuestra querida pero aporreada Constitución.
