EEUU: ¿qué pasó con Mora Díaz?
Todos los países son soberanos para otorgar -o no- visa a los extranjeros. En tal sentido, a pesar de ser la visa una gracia, más no un derecho que otorgan los países a los extranjeros para que éstos entren en su territorio, los venezolanos deberíamos saber la razón que motivó al gobierno de los EEUU para cancelarle la visa al presidente del Tribunal Supremo de Justicia Dr. Omar Mora Díaz.
No comparto la tesis que esa revocatoria del gobierno de EEUU sea en contra de la dignidad del poder judicial venezolano, como lo quiere hacer ver el magistrado Mora Díaz. La medida es en contra de él. Que no se escude en el poder que él representa. La honorabilidad de las instituciones se nutre por el grado de moralidad que tengan las personas que la componen. Tengo la impresión que esa revocatoria obedece a alguna información que ellos –EEUU- conocen y que al pueblo de Venezuela aún no se le ha dicho de manera oficial; ahora bien, por ser el involucrado el presidente del máximo Tribunal de la Republica, pues entonces, los venezolanos deberíamos saber ¿qué ha hecho, en qué anda o qué actividades ha realizado el Dr. Mora Díaz capaz de provocar la cancelación de la visa americana?
Otto Reich, ex secretario de Estado adjunto para Asuntos Hemisféricos, en declaraciones publicadas el domingo 29 de mayo en el diario El Nacional dijo que las visas pueden ser negadas o canceladas si las personas tienen pensado quedarse a vivir en EEUU o por razones morales. Igualmente Reich declaró que se les puede negar el ingreso a Estados Unidos a los corruptos o a personas que socavan la democracia en sus países de acuerdo a la sección 212 F del acto de inmigración y naturalización en Estado Unidos. Nos preguntamos: ¿en cual de estas categorías se encuentra el presidente del TSJ?. Sinceramente no pensamos que el magistrado Mora Díaz tenga pensado mudarse para EEUU, por lo que pudiera calificar entonces en otra u otras razones. ¿Cuáles son?
Coincidencialmente a la revocatoria de la visa del magistrado revolucionario, se difundió la noticia de la congelación de varias decenas de cuentas bancarias superiores a los quinientos mil dólares que funcionarios públicos venezolanos poseen en bancos americanos y cuyo origen del dinero depositado es de dudosa o “inexplicable” procedencia.
Si EEUU quiere ser consecuente con lo que predica, es decir, con la defensa de los derechos humanos, pues entonces tiene que respetar el derecho que tenemos los venezolanos de estar informados de la conducta de quienes hoy ejercen funciones de gobierno.
