El mensaje del simulacro electoral
“La desesperación es mala consejera. Sustituir las instituciones por caudillos tiene demasiados riesgos. Las instituciones pueden mejorarse y a los autócratas hay que sacarlos del poder en medio de una tragedia nacional”. (V. Arenas, EL Universal, 15-04-98).
“Cuando se observa el doble discurso, reiterado, salta a la mente la semejanza entre el golpista y Fidel Castro. El golpista manipula y se nutre del resentimiento social. Lo mismo hizo Castro enfrentando pobres y ricos, blancos y negros, padres e hijos. Tantas coincidencias, ¿será pura casualidad? ¿No existirá una estrecha relación entre ambos personajes?”. (V. Arenas, El Universal-01-09-98).
”Los gobiernos autoritarios al suprimir todo control pueden asaltar al Tesoro Público con absoluta impunidad. Sin Contraloría. Sin Fiscalía. Sin Congreso. Sin Tribunales”. (V. Arenas, EL Universal 30-10-98).
Después de once años de una gestión rechazada porque es negativa-inseguridad, corrupción, inflación, violaciones a la Constitución y los derechos humanos etc.-el resultado no puede ser otro que el rechazo al gobierno y la pérdida de popularidad del Presidente. Esto no solo lo señalan las encuestas sino que se palpa en todos los estratos sociales y regiones del país. Y como si esto no fuera suficiente el haber presentado a una revolución comunista como democrática y bolivariana fue un engaño al colectivo denunciado por el Cardenal y ratificado después nada menos que por el propio Fidel Castro. Esta situación no es la mas favorable ciertamente para enfrentar el régimen una consulta electoral próximamente que deberá elegir a una nueva Asamblea Nacional.
La disyuntiva que tiene el C.N.E. no es nada fácil. Si las elecciones son transparentes el gobierno las pierde seguro y si con los recursos leguleyos y de todo tipo satisface el ansia de poder del Presidente deberá asumir la responsabilidad histórica de abrir una confrontación bien peligrosa para la paz en Venezuela. El Soberano vs. Un ciudadano. No es fácil la situación que vamos a vivir en pocas semanas. Habiendo quedado ya atrás aquello de una “democracia participativa”, donde la voluntad popular es la Soberana, lo que tenemos es un gobierno comunista, rechazado por el 90% de los venezolanos, que aspira a configurar un círculo cuadrado, al mantener como propaganda la imagen democrática con el Socialismo Siglo XXI que es Comunismo según Castro.
Se trata ahora de mantener proyectada como sea la imagen de un comunismo democrático, equivalente a un círculo cuadrado, donde el Soberano real sea el autócrata y el Soberano figurado el “poder popular” para consumo propagandístico. Que se hagan muchas elecciones no quiere decir que haya democracia tal como sucede por ejemplo en Cuba. Se necesita respeto a la Constitución, transparencia, igualdad de condiciones y que se respete la persona, su dignidad y sus derechos que es lo que no ocurre en los regímenes comunistas como es el caso de Cuba y ahora el de Venezuela que cada día se parecen mas como bien lo dijo Raúl Castro. Las agresiones, no casuales, que se produjeron el Domingo pasado, día del simulacro electoral, fueron una señal de que el gato rojo tiene las uñas afiladas y la fuerza pública incapaz de controlarlo. ¿Fue esta una señal, un aviso o un anticipo? Si el 26 de Septiembre un régimen comunista se pliega a la voluntad del pueblo y reconoce su derrota habrá nacido el fenómeno histórico de un comunismo democrático en el mundo. Eso sí sería un fenómeno, una auténtica revolución. Habría que cambiar, en todos los Diccionarios, la definición de la palabra Comunismo. Todos a votar el 26 de Septiembre por el círculo cuadrado o comunismo democrático. La noticia romperá el celofán.
PROFESOR DE INSTITUCIONES
POLITICAS DE LA U.C.A.B.
