La eutanasia política
Hemos oído mucho sobre la eutanasia, un proceso consensuado que ayudaría a morir a gente muy enferma o desesperada. En Venezuela tenemos un talento excepcional para torcer y desdibujar conceptos, actitudes, procedimientos e inventos, estamos presenciando la adopción efusiva del concepto de eutanasia pero aplicado a la política, y sin el visto bueno de los afectados. La gente de Primero Justicia decidió aplicarles a Enrique Mendoza y a William Ojeda la eutanasia política. Los negriamarillos no quieren que viva nadie que pueda significar un peligro a sus pequeñas y mezquinas ambiciones de predominio político.
El tortazo que sufrieron en Chacao y Baruta todavía los trastorna, sin embargo, con la torpeza política que les es habitual, han decidido enfrentar a los desangelados astronautas frustrados de Julio Borges y Juan Carlos Caldera contra 2 activistas de fuelle como Mendoza y Ojeda, (Que los superan ampliamente en el favor popular) pero no lo hacen en una lucha frontal, ¡Ni tontos que fueran! Se valen de una cayapa comanditada en la pentarquía de los cinco partidos que se creen los Amos del Valle opositor y que apoyan ciegamente la locura de Primero Justicia en Miranda, a cambio de que se les permita a cada uno de ellos hacer lo mismo en estados que consideran sus “conucos” particulares. Si la jugada lleva como ganancia o valor agregado la preciada cabeza de Yon Goicochea mucho mejor.
En Carabobo, Salas Römer a su vez quiere aplicarles el mismo procedimiento a Cocciola, a Scarano y a todo el que represente una amenaza al señorío feudal que han instalado en las tierras del Cabriales.
Mientras el juego de esas pequeñas intrigas se desborda, muy poco tiempo les queda para ocuparse de lo trascendente, del sufrimiento de un país depauperado, con una economía “in articulo mortis”, con las libertades políticas y los derechos humanos a punto de extinción. La ceguera política, la mediocridad, las pequeñas ambiciones y la falta de grandeza de la dirigencia opositora les han impedido ver que con la suma de errores, torpezas, omisiones y zancadillas que se meten entre sí, le han facilitado a Hugo Chávez coronar con éxito su proyecto de aplicarle la eutanasia a Venezuela. ¡Los dioses ciegan a quienes quieren perder!
