Opinión Nacional

Las marchas contra el Imperio y la guerra

El dictador cubano Fidel Castro, haciendo gala una vez mas del poder que ejerce sobre las masas desposeídas de la isla, realizó, ante la Oficina de Los Estados Unidos en la Habana, una marcha multitudinaria con la presencia del balserito, Elián, entre otros, cientos de miles de cubanos que fueron obligados a gritar contra Norteamérica y el modelo capitalista, para que no les quitarán su libreta de racionamiento y fueran castigados por los verdugos del régimen autoritario más antiguo del continente.

Castro repitió, como lo ha hecho en los últimos 46 años, que el socialismo y la revolución comunista que él encabeza, es la salida a los males del capitalismo salvaje que acaba con la dignidad de los hombres. El arcaico gobernante, gritaba a los cuatro vientos, frente a cientos de personas que lo escuchaban, mostrando en sus rostros miedo y pánico por las consecuencias que podrían traer el cansancio, el hastío y el fastidio que se traslucía en sus rostros.

Simultáneamente en Caracas ocurría otra marcha, pero la diferencia era abismal, puesto que los chavistas tarifados no acudieron mayoritariamente al llamado de los revolucionarios. Como se dicen criollo, había cuatro gatos, que además de lucir aburridos (como los cubanos) no le veían sentido a gritar contra los Estados Unidos esa lluvia de insultos.

Definitivamente, el teniente Coronel, Hugo Chávez se le va hacer difícil imponer su modelo socialista-comunista en Venezuela, porque los venezolanos estamos demasiado acostumbrados a vivir en libertad y somos capaces de reaccionar, como perro rabioso, cuando un sátrapas cualquiera, pretende silenciar de manera definitiva a la sociedad.

Es lastimoso ver a los cubanos adoctrinados, seguir obligados a un líder viejo, enfermo y enloquecido. Ya hay suficientes evidencias que la mayoría de los venezolanos no siguen a Hugo Chávez ni a sus mañosos acompañantes, y que lejos de desear y soñar con el socialismo, el pueblo de Venezuela estaría empeñado en acabar con esta pesadilla que ciertamente, si ha trastocado la tranquilidad y la paz de nuestro país.

A pesar de los esfuerzos de los arrodillados del régimen por querer hacer ver lo que no existe, y en pretender mostrar algo como ellos quieran, la gente esta clara. Aquí, las mentiras propagandísticas no se creen como en Cuba. Aquí, los gritos contra el imperio deben ser pagados con dinero de la renta petrolera, y aun así, a los chavistas asalariados les da pereza ir a cuanta convocatoria hacen los lideres del proceso.

El año 2006, insisto, se vislumbra como un reto para las fuerzas democráticas del país y para el nuevo liderazgo. El socialismo del siglo XXI parece dirigirse a ser un modelo político más falso que el socialismo del siglo XIX, vigente en Cuba desde 1959.

Las dos marchas contra el Imperio, la de Habana concurrida por cientos de miles de cubanos silentes, miedosos, tratando de no dejar traslucir sus verdaderos sentimientos pro-yanquis, y la de Caracas, con una asistencia pagada por un Estado irresponsable.

Los gritones contra el Imperialismo de hoy, le costaron al tesoro nacional millones de dólares.

Las dos marchan muestran la decadencia de los dos regímenes, del Cubano con olor a formol, y del venezolano, con un líder fuera de sí, creyendo que esta conquistando a América, y que es heredero en la historia, del lugar de Simón Bolívar. No hay fortuna en el mundo que sea capaz de pagar el mantenimiento del régimen bolivariano, paralelo al costo que deriva la internacionalización de la revolución chavista. El dinero de la renta no va alcanzar para pagar la solidaridad y el apoyo de los pueblos empobrecidos del continente. Gracias a Dios!!

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