Los 800 mil dólares, el sello distintivo de la Revolución

Lo del maletín de los 800.000 dólares incautados en el aeropuerto de
Buenos Aires al empresario venezolano Guillermo Antonini Wilson
vinculado al régimen, no revela otra cosa que la putrefacción en que
se mueven contratistas, financistas, y dirigentes políticos de este
régimen. En medio de la ambición de poder y el empeño de su jefe
político de imponer su liderazgo en América Latina, los hombres de
Chávez han terminado enredándose en relaciones miserables de
negociaciones políticas, donde lo predominante no son las ideas
«revolucionarias», sino los petrodólares de Venezuela que sirven para
financiar campañas políticas costosísimas, de manifestaciones de apoyo
al «nuevo líder revolucionario de América Latina»

Dentro de este escenario algunos dirigentes políticos latinoamericanos
se comportan como una suerte de prostitutas políticas, muy bien
pagados, o en payasos simpáticos, al servicio del interés del
liderazgo latinoamericano de Hugo Chávez. Lo que produce preocupación
a los venezolanos, es que el financiamiento de la seducción a
determinados políticos de la América Latina, se está haciendo a cargo
de la miseria y el futuro de los venezolanos, ya de por sí
empobrecidos por el desempleo, la inseguridad y la corrupción de la
nueva clase política de la «revolución bolivariana» que hoy se regodea
en perseguir y oprimir, la disidencia política del país. Lo que hoy
está ocurriendo con el maletín de los 800.000 dólares, es sólo el
preludio del ladronismo a que ha sido sometido el dinero de los
venezolanos por los hombres de la «revolución bolivariana», bajo el
pretexto de «la lucha contra el imperialismo» y «la construcción del
«socialismo del siglo XXI»

Los venezolanos estamos obligados a superar el estado de decadencia en
que hemos caído y, sobreponernos a la furia inmovilizante que hemos
adoptado últimamente, ante las arbitrariedades del déspota que hoy
tiraniza nuestro país en su objetivo de satisfacer sus ambiciones
personales de poder, de fama y de gloria, usando y abusando para sus
propósitos, de la bonanza petrolera de la que hoy disfruta el país,
gracias a los elevados precios del petróleo en el mercado
internacional. En este contexto, los hombres de las instituciones
creadas por la «revolución bolivariana», se comportan como unos
verdaderos fantoches, obedeciendo las instrucciones de quien en mala
hora gobierna este bello país, pero sus ambiciones de mantenerse en el
poder, les hace jugar a la impunidad contra el atraco a las riquezas
de Venezuela. La ironía del maletín de los 800.000 dólares, es que
ello constituye el símbolo distintivo de esta «revolución
bolivariana», alianza de sinvergüenzas que se dan el lujo de calificar
de rufianes y ladrones, a otros venezolanos que sirvieron honestamente
a este país, siendo ellos, los que hoy se llenan los bolsillos en
nombre de una cosa, que ellos llaman «socialismo del siglo XXI»