Opinión Nacional

NO al Comunismo, NO al Militarismo, NO a la Perpetuidad

En Paraninfo anterior señalábamos que el problema de la reforma o enmienda, como quiera llamársele, no es ni jurídico, ni político ni de buen gobierno, el problema es el teniente coronel felón. Las actuaciones el gobierno, y en especial las del jefe del Estado, en esta pasada semana, nos dan la razón. El régimen ha usado todos los mecanismos de que dispone para ponerlos a favor del si. Sin ningún recato ni escrúpulo se le ha ordenado a todo el aparato estatal a que se incorpore a la campaña a favor de la enmienda, no importa que se descuiden las tareas y responsabilidades para la cual fueron electos o designados. Todos los medios de comunicación social del gobierno, a todos los niveles, se les giró instrucciones de ponerse en campaña a favor del si. El presidente y sus ministros y viceministros, los diputados, magistrados y jueces, gobernadores y directores, alcaldes y concejales afectos al gobierno, así como directivos de empresas del Estado e institutos autónomos dejaron sus labores normales y ordinarias y se fueron a la campaña. Se paró toda la administración pública. Se le ha girado instrucciones precisas y de obligatorio cumplimiento, a riesgo de perder el empleo si se actúa en contrario, a todos los funcionarios de educación, salud, justicia, transporte, vivienda, cultura, deporte y demás dependencias oficiales, para que obliguen a sus subalternos a hacer campaña por el si, a portar emblemas y logos del si, a asistir a todos los actos proselitistas, a dar parte de sus sueldos, a incorporarse a batallones, brigadas, comandos y demás figuras del esquema electoral-militar del teniente coronel. Y lo mas grave, se le han girado instrucciones a los grupos armados para-militares del gobierno para que actúen violentamente, amedrentando a la oposición, atacando sus marchas y sus actos, impidiendo cualquier manifestación a favor del NO, en especial los actos y manifestaciones pacíficas que han realizado los estudiantes en las diferentes universidades del país. Para esto último han contado con la colaboración diligente de los cuerpos de seguridad del Estado y de la FAN, en especial de la GNB. Igualmente hemos visto y oído declaraciones de miembros del CNE, del TSJ, de la Fiscalía, Contraloría y Defensoría que claramente dejan ver su clara posición a favor de la enmienda y la gota que rebosa el vaso, la rueda de prensa del jefe del Plan República acompañado del vicepresidente y del alto mando militar donde además de insultar injustificadamente a un editor de un diario, de reconocida solvencia moral y trayectoria política, se declara públicamente, lo que lo hace ser convicto y confeso, militante de la revolución, incondicional del teniente coronel felón y de sus ideas. Patria, Socialismo o muerte. ¿Se podrá creer en ellos?

Ante ese panorama no se puede quedar tranquila la oposición. Hay que continuar con las denuncias, tanto a nivel nacional como internacional, de los abusos y atropellos del régimen. Sacar fuerza y energía de donde se pueda. Maximizar los esfuerzos de la campaña a favor del NO. Guardar el miedo para otra ocasión. Mantenerse en la calle, acompañando cuanta marcha o acto se programe. Patear cerros, urbanizaciones, barrios, campos, caseríos, centros comerciales y demás espacios públicos. Y como lo que es igual no es trampa, se debería ir a hacer campaña por el NO en los planteles educacionales, hospitales, ministerios, gobernaciones, alcaldías y demás despachos oficiales, centros penitenciarios, destacamentos policiales, empresas e institutos del Estado, instalaciones militares y todo centro de agrupación de personas, no importa su dependencia.

Insito en que el 15 de febrero esta en juego, más que una enmienda para la reelección indefinida, el verdadero futuro del país y de su juventud. El futuro de la democracia, del respeto al adversario, de las instituciones, de la decencia. No es, como dice el que quiere eternizarse en el poder, de que si gana el NO habrá guerra. NO, el peligro esta en que si gana el si NO habrá más país. Se terminará de abolir el Estado de derecho, desaparecerán las instituciones, la propiedad privada, todas las libertades. Igual que Cuba, igual que Corea del Norte. Un solo partido, un solo jefe, una sola ideología, un solo pensamiento, una sola educación. Uno solo mandando y todos los demás obedeciendo. Por eso la enmienda no es el problema, el problema es el teniente coronel.

Como ejercicio, podríamos visualizar cómo sería el día después de ganar el si. La comandante Lina con más poder y armas, los colectivos la piedrita, Alexis Vive, Tupamaros y demás grupos para-militares adueñados de los barrios del país. Quien no se inscriba en el PSUV no trabaja, no come, no estudia, no respira. Quien no adore al “comandante en jefe” deja de existir como ser humano, como ciudadano. No más curas ni iglesias. No más universidades autónomas. No más FAN. No más bancos, ni clínicas, ni medios de comunicación, ni supermercados, ni centros educativos privados. El Estado será todo. ¿Exagero? Ojala. Pero en estos diez años la experiencia nos señala que cada día el régimen se viene apoderando de todo; el teniente coronel va cumpliendo sus promesas, sin prisa pero si pausa. Y si el si triunfa él entenderá, y con razón, que ha recibido un cheque en blanco, que tiene la vía libre para implantar aquellos añejos decretos que estaban listos de cuando el 4 de febrero de 1992. Por eso y mucho más NO al comunismo, NO al militarismo, NO a la perpetuidad de una sola persona en el poder. Todos a votar NO para seguir teniendo futuro, teniendo país.

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