Perdiendo el control
Es increíble cómo decenas de años después, la trama descrita por Don Rómulo Gallegos vuelve a tener vigencia en nuestra alocada Venezuela. No en balde las posesiones de Doña Bárbara fueron bautizadas como: “El Miedo”, el miedo es el único recurso con que cuenta la barbarie para sostenerse, aunque no es inmune a padecerlo. Y ahora, a cada nueva locura del gorila que los somete, creen estar a las puertas del final, comienzan a perder el control de sus nervios.
Atarantados con el guamazo de Honduras, las patéticas e histéricas reacciones de nuestro gorila y del combo de hipócritas encabezados por Raúl Castro fueron tan incoherentes y tan locas como ver al lobo feroz llorando por la salud de la abuela de Caperucita. Y cada día que pasaba sin ver al chulo Zelaya instalando una guillotina en la Plaza Central de Tegucigalpa hacía que la locura y el histerismo les crecieran.
Aquí, el discípulo mas amado, tratando de silenciar las escandalosas denuncias de corrupción, malversación e incompetencia en su contra, que le afeaban sus “ojitos lindos”, se lanzó a cerrar emisoras de radio y televisión, y el miedo por la reacción en contra los cegó tanto que creyendo que la tierra se los iba a tragar, mandaron a la despelucada terrorista de pacotilla con su cuerda de malandros a tratar de aterrorizar lanzando bombas en Globovisión y el remedio fue peor que la enfermedad.
Se mandaron con la Ley CDM y tuvieron que desaparecerla. Se lanzaron con la Ley de Educación, cuando no han sido capaces de reparar una sola escuela, menos construir y dotar colegios decentes. El terror que les causaron doce periodistas repartiendo volantes los obligó a actuar como bárbaros nazis. Las palabras de la hermana de la parturienta denunciando el ruleteo significaron lo mismo que el estallido de una bomba nuclear, había que ver el patetismo de sus rostros. Cuando vieron la gigantesca marcha del sábado, atrincheraron los alrededores del Palacio de Miraflores cual si la Cuarta Flota estuviera llegando a La Guaira. Cagalistrosos, arremetieron en forma atroz y brutal, con la excusa de que unos muchachos movieron unas barandas. Y pensar que ahora es cuando les faltan sustos y ya el miedo los tiene perdiendo el control.
