Primero “coordinación”
Tanto en el pais como en los medios internacionales, se habla mucho de la falta de un lider de la oposición. Y es muy posible que, según lo tradicional, pueda ésto ser cierto.
Pero es el caso, que ya Venezuela no es la misma de antes; y que esas normativas tradicionales de indispensables líderes consagrados, no encajan en la fase de transformación socio-política que vivimos hoy. ¿A quien le gusta un capitán sin barco?
Hoy por hoy, en el pais no hablamos de capitanes, mas bién hablamos constantemente de individuos en abstracto y de las normas comunes, de servidores públicos, de administradores profesionales y de eficiencia democratica a secas; la tan sobre-valorada figura del “lider a la americana”, no encuentra cabida en este momento introspectivo y revelador de nuevas posibilidades.
La figura del lider carismático está tan desprestigiada por los de antes y el de ahora, que ser lider en estos momentos es mas bien un lastre lapidante, una inmensa desventaja politica. Hay que ser mas bien servvidor público y mientras más individuos sirvan con transparencia y responsabilidad, más nos alejaremos de la gastada utopía del lider redentor, o de ese “toero” que de tanto que abarca ni siquiera es bueno para con lo que si sabe de verdad.
Lo que vale hoy es la coordinación de las fuerzas democraticas, el consenso, el dialogo, la investigación abierta y transparente, la critica constructiva, la mancomunación. Hoy por hoy, el que diga que tiene la verdad en sus manos, quedará inmediatamente desauciado, relegado, eliminado de la confianza popular. Hoy requerimos mas que nunca del “team” (equipo); y aunque tradicionalmente existe tambien un capitan en cada equipo, no suele siempre ser éste, por regla, tambien el novio de la madrina.
El único proyecto politico válido para el pais, hoy en dia, es la revitalización de la transparencia del ejercicio democrático; y eso no lo logra un individuo, sino toda una sociedad, todo un equipo: un equipo motivado por su fé en el diálogo, en el compromiso y en el sentido común.
El actual y viciado proceso democrático fracasó paulatinamente desde el momento en que para nuestros líderes, llegó a ser más importante inaugurar placitas de pueblo, cosas que mas bien le corresponden a ediles o concejales, que a ocuparse del arte de oir, gobernar y concordar.
Ya sabemos, por experiencia, que detrás de estos demagógicos teatrillos, siempre se encuentra escondida esa triste y perversa realidad que los deshonestos administradores necesitan disfrazar.
Nadie se olvida de eso y Chávez, que no se le escapa ni una inauguración y que cada dia está mas sordo y obsecado, nos lo recuerda hasta la saciedad. Es de todas esas payasadas que estamos artos; y ahora que aprieta el estónago con tanta intensidad, no podemos seguir con éste ostentoso lujo de pagar tan caro por tan mal actor: fuera Chávez, estás despedido.
Es por eso que estamos revisando nuevamente, todos los venezolanos y no sólo los políticos (esta vez con la inmensa participación del colectivo nacional), lo que un proyecto democratico debe garantizarle al pais.
– No gracias, por ahora no necesitamos ninguna figura aglutinante que nos divida!
Lo que necesitamos es seguir los pasos que tan claramente prioritados discutimos cada dia: reafirmazo, revocatorio, transición, y formación de los nuevos perfiles politicos del pais. Ya luego apareceran los individuos que más garanticen la viavilidad de tales o cuales estrategias politicas de gobernar. Y de allí, iremos entonces a esas esperadas elecciones que deben consagrar las obligaciones y los derechos ciudadanos de la Venezuela de los años dos mil.
Como podemos observar, nuestro proceso está en su inicio, y no en la fantasiosa e inmediata necesidad de un “Rambo” o un “Terminator” a la americana, que con una máquina del tiempo a la Holywood, nos trastoque el calendario, con extemporáneas promesas de llegar pronto a un final.
De todos es conocido, y aunque es cursi mencionarlo de tan arrchiconocido que es, no puedo abandonar la tentación de mencionar a Antonio Machado, cuando sabiamente nos explica: – caminante no hay camino, se hace camino al andar!
Primero coordinación, diálogo e interacción. Ya tendremos luego tiempo de más para organizar gobierno, trabajar y tratar de arreglar este desastre.
Liko Perez
Estocolmo Dic. 2003
