Provocaciones y reacciones
Los revolucionarios bolivarianos recurren sistemáticamente a la provocación, cuando el agua la sienten en el cuello. La derrota anunciada en las elecciones regionales de noviembre próximo llevan al ahora cuatrisoleado presidente y Comandante de la Marina de Guerra Bolivariana a nuevas provocaciones y ofensas al pueblo venezolano que rechazó, definitivamente, el pasado 2D ,la implantación de un sistema totalitario, del sistema comunista que, disfrazado de socialismo democrático, ha sido concebido en La Habana, para acabar con las libertades en el país y garantizar a esa minoría el disfrute del poder, por intereses personales.
El Presidente Chávez sabe perfectamente que lidera una minoría, algunos incautos, beneficiarios, interesados- que se desintegra aceleradamente; y, ante esa realidad y la derrota electoral que sigue, intensifica las provocaciones con el fin de generar reacciones y adueñarse de la situación, tildando de imperialistas y golpistas a quienes van a defender, a como de lugar y con todos los medios, sus derechos, y la democracia que tanto costó construir.
Los decretos promulgados por el Presidente, sin consulta ni negociación, socavan, definitivamente, las libertades en el país. Son la muestra clara que algunos no quieren ver, de la naturaleza dictatorial del régimen y de sus personeros. No se trata de un modelo socialista democrático, sino de un sistema totalitario en el que desaparecen las libertades individuales, en favor de un Estado omnipotente, dirigido por un grupo de iluminados.
Días antes de este golpe al estado de derecho y a la voluntad popular, humillado, el líder de la minoría viaja a España para pedir perdón al Rey, ahora beneficiario privilegiado de nuestra renta petrolera, pese a que Chávez les había amenazado con no suministrar mas petróleo al país europeo que aplicara la Directiva comunitaria sobre migraciones. Un Borbón astuto, un bocón audaz.
En su intento por destruir la economía privada, por estatizarla, como parte del plan en curso, el régimen se apropia del Banco Venezuela, a un costo seguramente elevadísimo para callar el malestar de los españoles que prefieren retirarse con los bolsillos llenos, a seguir operando en un país inseguro integralmente, mas aún política y jurídicamente. La apropiación del Banco Venezuela forma parte de esa equivocada estrategia que los venezolanos rechazamos. Otro despilfarro para comprar conciencias, como ocurrió con las instituciones creadas antes para bienestar del pueblo. Los bancos bolivarianos, fuente de corrupción y de manejos dolosos en perjuicio de los intereses nacionales, son muchos. Recordemos solamente el Banco del Pueblo, el Banco de la Mujer, instituciones fracasadas, que produjeron pérdidas enormes al Estado. El Banco Industrial no les pareció suficiente.
Los revolucionarios están jugando con fuego, al ignorar deliberadamente la realidad política del país, al pretender perputarse en el poder ilegítimamente, ante una oposición que aún no logra la tan esperada unidad en todas las gobernaciones y Alcaldías, pero que con seguridad logrará la presentación de candidaturas únicas en la gran mayoría de entidades. Los que juegan a la desunión, con candidaturas separadas, serán derrotados y después, despreciados por los venezolanos.
La ofensa y la provocación son peligrosas para la tranquilidad del país. El régimen bolivariano es y será el único responsable de todo lo que ocurra en el país, por su intolerancia, por sus arbitrariedades, por su afán desmedido e ilegítimo de usurpar el poder, en contra de los intereses de la inmensa mayoría de los venezolanos que quiere vivir en paz, en libertad, en democracia.
Las provocaciones del régimen generación reacciones, sin duda. Ante la inestabilidad y el horror a la derrota y desaparición ulterior, cualquier salida oficialista será válida para ellos. El intento de suspender las elecciones no se puede descartar, conociendo el corrompido pensamiento bolivariano.
