¿Qué hacer después del 07 de Octubre de 2012?
En primer lugar reconocer la voluntad de 6.500.000 ciudadanos de enfrentar el ventajismo del Estado Chavista y votar sin miedo, rechazando chantajes, amenazas, falsas promesas de redención social; a cambio de un modelo político centrado en el culto a la personalidad y al secuestro de las instituciones públicas, donde el ciudadano entrega su destino y derechos humanos a cambio de dádivas del Gobierno y una supuesta mejor esperanza de vida.
Otro elemento a destacar es el espíritu unitario manifestado en el apoyo en primer lugar a la Tarjeta de la MUD, y en segundo lugar al resto de partidos PJ y UNT. El voto opositor privilegió mas la importancia de la propuesta unitaria que los símbolos partidistas, determinando la conformación de una fuerza política descomunal ascendente, pasamos de 4.300.000 en 2006, a 5.700.000 en las parlamentarias de 2010 a los 6.500.000 de 2012. Capital político que debe ser interpretado para no despilfarrarlo como ocurrió en las ocasiones anteriores.
Este resultado refleja por una parte la diversidad social opositora y por otra la necesidad de no descalificar ningún sector, ya que al no haber preponderancia de ningún factor se hace impostergable e imprescindible, la mas amplia participación sin exclusión alguna de toda expresión política y social del país, superando la arraigada cultura del sectarismo y la miopía política, entre otras razones origen de las derrotas sufridas.
En cuanto a la votación alcanzada de 8.000.000 de votos del vencedor. En la cifra se expresa el impacto de más de 300.000 millones de dólares de gasto social de las misiones bolivarianas, es evidente que el votante oficialista temió perder los subsidios, quien percibe con corrupción campante y todo su parte del pastel populista; igualmente la amenaza de despidos, asesinatos selectivos, violación al secreto del voto y los centros de votación, participación descarada de empresas públicas en la campaña electoral y comisión de ilícitos electorales a granel.
En fin es la sumatoria de un sistema electoral intervenido hasta los tuétanos por el Estado y la aceptación desde el principio por los técnicos de la MUD calificándolo como absolutamente blindado, a tal punto que el Registro de Votantes permanece como secreto bien guardado por el CNE, cuando debe ser del dominio público como es la norma en los sistemas electorales de otros países en el continente.
Por ello cantar Fraude para justificar la derrota no es aconsejable, es evadir la realidad ante un oficialismo que bien preparó su escenario y una oposición que no logra organizar e interpretar a esa inmensa masa humana, quien valientemente salió a expresarse el pasado domingo por la reconquista de la democracia.
Nuestra tarea inmediata es levantar con Capriles R. un programa social y un inmenso movimiento nacional en cada rincón del país, integrado por: la Juventud, Trabajadores, Empresarios, Académicos, Campesinos, por la MUD y así enfrentar al excluyente e inconstitucional Estado Comunal. Lo contrario es pecar de ingenuidad una vez más.
