Referendo sobre la gerencia del estado
Un país es una gran empresa y por eso para que sea exitosa necesita un gerente sano y competente.
Si una de estas dos condiciones falta la empresa-país va hacia su destrucción lo que perjudica a todos los ciudadanos.
Desde hace once años la gerencia de Venezuela no funciona y por eso estamos hoy donde estamos y vamos hacia donde vamos. Dejando a un lado el problema de la competencia necesaria para gerenciar al país, que no la hay, enfoquemos nuestro análisis ahora en la sanidad mental que es tan importante o más que la capacidad pues le impide al Gerente tener un equipo de colaboradores eficaces. En Venezuela vienen sucediendo problemas que cualquier gobierno serio debía haber ya enfrentado y no hay una explicación válida. Son muchos pero enfoquemos el análisis en uno solo: LA INSEGURIDAD. No tiene explicación alguna que hayan ocurrido 150.000 homicidios, una cifra en verdad impresionante, y la gerencia de este país no haya tomado aún ninguna acción eficaz para garantizarle la vida, el primero de todos los derechos humanos, al venezolano. El gerente no actúa, tampoco sus colaboradores que no se atreven ni a hacerle una observación. Esta indolencia inexplicable ante el crimen denuncia dos posibles
causales: una maldad muy profunda, que nos negamos a aceptar como hipótesis, o un fuerte trastorno psicológico que lo obliga a llamar siempre la atención y lo hace insensible ante la muerte de tantos compatriotas. La necesidad de la sobre exposición mediática mantenida durante tanto tiempo refuerza la segunda alternativa. Y si esto es así algo hay que hacer tanto por la salud del gerente, único actor político pues los demás no cuentan, como por el bienestar del país, que no puede ser conducido más tiempo por alguien que necesita atención médica. Por su bien y por el bien de Venezuela.
Pero, quien le recomienda que se trate? Cual de los llamados amigos del gerente, no del ser humano que no los tiene, se atreve a convencerlo que debe tratarse por su bien y por el bien de Venezuela? No lo vemos por ninguna parte porque no tiene amigos sino “aprovechados”. Por ahí no se resuelve este serio problema. Entonces acudamos al Poder Popular, que ahora se dice que es la máxima autoridad en Venezuela, y consultémosle directamente al pueblo soberano si quiere o no quiere que el gerente acuda a quien pueda resolverle su problema- una Junta de Médicos especialistas- porque no es posible que se vaya dos semanas de viaje mientras aquí siguieron asesinando venezolanos. No es posible que el odio sea tan fuerte, mejor la patología, que lo haga insensible ante tantos homicidios y ante la destrucción sistemática del país expresada en confiscaciones, desempleo, inflación y donación a otros países de importantes activos nacionales. Esto o es obra de una maldad muy profunda, que nos negamos a aceptar, o de una patología sicológica no tratada.
El Gerente se debate entre la inseguridad que le arrebata la vida a los venezolanos y la necesidad patológica de estar siempre en una pantalla exhibiéndose. Esta coyuntura hay que superarla si queremos vivir en paz y progresar. Queremos todos, partidarios y adversarios, tener un gerente sano para tener un país próspero y feliz.
Ayudémosle. Los amigos se conocen en las situaciones difíciles.
PROFESOR DE INSTITUCIONES
POLITICAS DE LA U.C.A.B.