Reflexiones sobre mi libro Blanquita a corazón abierto
Resulta paradójico, el que la culminación de este libro haya coincidido con la determinante condena de los organismos internacionales, Presidentes y demás líderes del continente, a los recientes sucesos políticos de Honduras.
Estoy convencida de que lo narrado en este último capítulo del libro, despertará la memoria histórica de los venezolanos para desenmascarar al gorilato golpista que, el 3 y 4 de Febrero de 1992, violó nuestra Constitución Nacional, planificando de manera artera y perversa, el magnicidio del ex – Presidente Carlos Andrés Pérez y su familia.
Lo desconcertante, por su carga de cinismo, es que los mismos autores intelectuales y materiales de esos días aciagos para la democracia de nuestro país ; los mismos que utilizaron las armas – que les fueron confiadas a los fines de garantizar nuestra soberanía y proteger nuestras vidas – para ejecutar actos de violencia primitiva e irracional ; los mismos que llevaron bajo engaño a jóvenes soldados para asesinar a costa de sus propias vidas ; sean los mismos que hayan tomado por asalto el escenario mundial para – en un acto de proyección psicológica y estafa moral – aparecer ante el mundo como demócratas impolutos, deplorando, insultando y amenazando, en un intento desesperado por borrar su impronta golpista y simular sus claras intenciones de secuestrar nuestras libertades .
Doña Blanca y su familia, sobrevivieron a los gorilas de entonces. Gracias a ello, hoy contribuyen con sus testimonios a develar unos hechos que, más temprano que tarde, llenarán las páginas oscuras de nuestra historia.
En contraste, quienes insurgieron ante un Presidente legítimamente electo, los que no han respondido – por ahora – ante la justicia, por las muertes que esta vil aventura ocasionó a tantos jóvenes soldados, están en lista de espera para que sea la historia y la sociedad venezolana quien les juzgue, por manchar nuestra vida republicana, traicionar a la Patria y deshonrar a la FF.AA. de la nación.
Gracias Dña. Blanca!! En nombre de Venezuela le rendimos “Honor a quien Honor merece”!!
Rosa María Zulueta M.
