Opinión Nacional

Revolución, subversión y seguridad hemisférica

Introducción:

La dura lucha para enfrentar la tendencia autoritaria de Hugo Chávez, que amplios sectores de la sociedad civil venezolana iniciaron desde el mismo año 1999 y que tuvo su apogeo en el año 2002, terminó recientemente en una importante y sorprendente derrota. El fracaso electoral de la oposición democrática, tanto en el Referendo Revocatorio como en las elecciones regionales de octubre del año pasado, mostró el fortalecimiento del gobierno revolucionario a niveles no esperados. Hugo Chávez no sólo fue ratificado por una importante votación en la presidencia de la República, sino que se legitimó internacionalmente al respaldar la Organización de Estados Americanos y el Centro Carter la transparencia del proceso electoral De manera inexplicable, las graves observaciones realizadas durante el proceso electoral por las fuerzas opositoras al régimen, nunca fueron escuchadas por los observadores internacionales. El claro ventajismo electoral trajo la derrota. Para colmo, la debilidad del liderazgo opositor quedó demostrada en el momento crucial del enfrentamiento. El día del Referendo Revocatorio un vacío total en la dirección política de la oposición limitó ampliamente la protesta popular. La derrota de los sectores democráticos fue ratificada en las elecciones regionales. La mayoría oficialista controló prácticamente todas las gobernaciones y alcaldías importantes.

A partir de ese momento, la estrategia del gobierno chavista fue perfectamente definida: Consolidar el control sobre las instituciones estatales, ampliar la influencia del régimen en la sociedad e impulsar su proyecto continental. Las nuevas designaciones de las directivas del Tribunal Supremo de Justicia y del Consejo Nacional Electoral muestran la primera tendencia. Sólo funcionarios comprometidos con el régimen han sido nombrados para conformar los Poderes Públicos. La reciente destitución de algunos jueces, por tomar decisiones que no satisfacían las aspiraciones del gobierno, señala la intención de utilizar los Poderes Públicos como medio para reprimir a los disidentes del régimen. Al mismo tiempo, una importante ofensiva de penetración en los sectores populares ha buscado fortalecer los distintos programas de acción social. Sin importarle el control de la inversión ni la eficiencia de los programas, se han dedicado importantes sumas de dinero público, mediante una acción asistencialista, a crear redes de control en las comunidades que faciliten tanto la acción electoral como la futura estructura militar, en lo que el régimen ha llamado la participación popular en la Defensa Integral de la Nación. El régimen chavista, fortalecido en su frente interno, ha iniciado una importante ofensiva a nivel internacional con el objeto de impulsar su proyecto continental y su visión de un mundo multipolar. En su afán de enfrentar a los Estados Unidos, ha establecido nexos de cierta importancia con algunos factores emergentes de la política mundial como la China, la India y la España socialista. Imprudentemente, se ha dedicado a criticar la política internacional norteamericana, en aspectos vitales como su lucha antiterrorista, sin importarle comprometer la tradicional posición venezolana de seguro proveedor petrolero de Occidente.

Muchos de ustedes recordarán las fotografías de los diarios que mostraban inmensas multitudes, marchando cívicamente por las calles de las principales ciudades venezolanas, solicitando la renuncia de Hugo Chávez. Los acontecimientos de Abril de 2002 y la propia huelga general demostraron la debilidad del régimen. Eso ha cambiado totalmente. Un proceso de desmoralización ha conducido a que esos millones de ciudadanos movilizados políticamente para oponerse al régimen, regresen desilusionados a sus casas. Las numerosas derrotas han creado en la mentalidad de muchos venezolanos la convicción de que es necesario esperar el debilitamiento del régimen para volver a combatirlo. Las causas que condujeron a la derrota de la oposición son muy variadas, pero se pueden resumir en los siguientes aspectos: La subestimación del adversario; la creación de un liderazgo mediático, sin reales bases populares; el rechazo a los partidos políticos; la tendencia bonapartista de algunos sectores de la oposición; y la ilusión internacional. Esta realidad nos obliga a entender que la lucha en contra del régimen chavista será larga y difícil. El carisma personal de su líder, su total falta de escrúpulos en la utilización del poder, y la complicidad internacional le permitirán presentarse a la reelección presidencial en el año 2006 en condiciones más que favorables para obtener un nuevo triunfo.

De todas maneras, estoy convencido que en Venezuela, todo no está perdido. La desmoralización de la oposición es a mi criterio pasajera. El sentimiento de lucha permanece. Su presencia se observa constantemente en la crítica mordaz a las acciones del gobierno y en el fortalecimiento de un sentimiento de rechazo a la figura de Hugo Chávez en vastos sectores sociales. No estoy diciendo que la oposición, en este momento, sea mayoría ni mucho menos que vamos a ganar los próximos eventos electorales. Sólo afirmo que ella existe y todavía tiene capacidad de reacción. Lo importante es entender que para lograr esa reacción se requieren superar algunas deficiencias estructurales de la oposición. Esas deficiencias son las siguientes: Debilidad de los partidos políticos, inexistencia de un nuevo liderazgo, falta de penetración en los sectores populares y deficiente apoyo internacional.

Analizar el conflicto colombiano y la seguridad hemisférica es el objetivo de este seminario. La Venezuela revolucionaria es un factor fundamental en el proceso político y militar de Colombia. Nuestros países están estrechamente vinculados, no sólo por la historia sino por la larga frontera que nos une. Millones de venezolanos y colombianos han mezclado su sangre desde hace más de tres siglos. Actualmente las relaciones comerciales son fundamentales para nuestras dos economías. Siempre, nuestros dirigentes han tenido el talento de resolver las dificultades que surgen naturalmente entre dos países tan estrechamente vinculados de manera pacífica. Ni siquiera los problemas territoriales nos han conducido a la guerra. En eso somos ejemplo para la América Latina y el mundo. Desarrollaré mi conferencia en dos partes:

1. El Ejército Popular venezolano y la subversión colombiana;

2. El proyecto continental de Hugo Chávez y la seguridad hemisférica.

(*): Descarga la conferencia completa en formato PDF (%=Link(«http://analitica.com/media/3151875.pdf»,»Haz click aquí»)%)

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