¿Sociedad de la Información o de la Usura?
En meses pasados la ONU consagró no una sino dos Cumbres Mundiales a la llamada “Sociedad de la Información”, una denominación “buenista” pero impugnable desde su contradictorio título (la Información de-socializa y jerarquiza; sólo la Comunicación genera Sociedad) a la que Unesco – deliberadamente marginada como plausible anfitriona- opuso un más inteligente concepto de “Sociedad del Conocimiento”.
Semántica aparte, presente y futuro de la entera humanidad dependen cada día más de las ubicuas Tecnologías de la Información y la Comunicación, las TIC. Profundamente debilitadas en 2.000 por una doble especulación fraudulenta, humilladas en 2.005 por la “vieja economía” (maquinaria y química, otra vez encabezando exportaciones, retrocedieron las TIC a un anodino sexto lugar), su formidable capacidad de resurgir e innovar, racionalizar mercados, hacerse indispensables y tumbar precios las han mantenido más que a flote. Desde ellas se reina y gobierna el mundo.
Prefigurar y luchar por el advenimiento de un “hombre nuevo” fue tarea de filósofos, utopistas, ideólogos, reformadores e iluminados. Hoy, es materia de cálculos prospectivos e interesados que tienden a minimizar azares, “ruidos” de lo diverso o baches de no-gobernabilidad. Grandes “maîtres du jeu” de ese futuro pretensado: los laboratorios que destilan e imponen a granel siempre nuevas TIC, lo que aprovechan de paso para acumular excepcionales poderes sociales y económicos. Bill Gates, el sempiterno hombre más rico del mundo, simboliza cuan polisémico resultó el viejo dicho “information is power”.
Por de pronto, las TIC han transformado el gobierno y economía del mundo, alterando los fundamentales de imperios y naciones, ejércitos, corporaciones y cada uno de nosotros. En 2004, los humanos produjimos riquezas por 36.000 millardos de dólares; en 2007 gastaremos 3.300 millardos en TIC, un 9,2% de aquella cifra global tan sólo para computadoras, burótica, equipos de telecom y circuitos integrados, (Miotti-Sachwald, 2006). Añadiendo a eso todos los demás bienes, insumos y servicios info-comunicantes, se llega fácilmente a un pavoroso 13% del gasto mundial dedicado a Información y Comunicación. Póngase el clase media venezolano a sacar cuentas de su gasto anual en IC: a), prorrateando costos de aparatos y bienes telefónicos, radiotelevisivos, foto-cinematográficos, computadoras, proyectores, impresoras e impresos, b) sumando otras facilidades pagas (cable, banda ancha, antivirus, WiFi etc.), c) sumando insumos (tintas, papeles, emulsiones, cartuchos, impresos, mantenimientos etc.), y d) sumando finalmente lo cancelado por servicios recibidos (telefonía, cine, cable, satélite, sitios de red pagos, periódicos, luz etc, aún descontándole un prorrata per capita del gasto publicitario anual, que siempre sale de su bolsillo). Cuando termine, descubrirá que sus propios gastos en IC pueden hasta superar con creces el 13% de sus ingresos.
La realidad, que pocos se atreven a denunciar, es que la Información y la Comunicación han sido reducidas a vendibles y se nos cobran a precios de agiotaje, dejando en manos de sus explotadores riquezas a lo Rico McPato. Las dos burbujas especulativas Internet/Telefonía UMTS de 2000, en que se volatilizaron hasta 4.000 millardos en los E.U. y 314 en Europa, están siendo reabsorbidas a base de tarifas altísimas pagadas por el consumidor, y eso hasta en la paupérrima Africa, donde se acaba de denunciar que los servicios de SAT3 son cobrados $ 25.000 mensuales por mbps frente a un costo para el operador de $ 2.000. Hasta tres mil prestadores de servicio telefónico hay hoy en el mundo, ¡y todos cartelizados sobre tarifas exorbitantes! Así, tras cinco años de “recuperación”, los telefónicos europeos se jactan ahora de disponer de un cash-flow de 140 millardos: Deutsche Telekom, la más endeudada, en 2005 vendió servicios por 59,6 millardos y ganancias de 5,6M. pagando el dividendo más alto de su historia; Telecom Italia vendió servicios por 29,9 millardos y ganancias de 3,2M (+ 77% sobre año anterior); Vodafone vendió su filial japonesa por 15,6 millardos y pagará dividendos sobre 2005 por 9,70 millardos; Telefónica ni hablar, define en sus informe a Venezuela como “uno de los principales generadores de flujo de caja operativa del grupo” y sus márgenes de ganancia brutos en Latinoamérica son del 48,4% (por comparación, EADS, el consorcio del Airbus, acaba de informar que con una cartera de pedidos por 253,3 millardos de euros, sus beneficios netos de 2005 llegaron a 1,68 M.). Según Conatel, las telefónicas que operan en Venezuela obtuvieron en 2005 ingresos brutos por 4,951 y redondeando de cinco millardos de dólares, una cifra muy a meditar porque representa a ella sola un diez por ciento … del presupuesto nacional.
Uno de los principales indicadores de tanta anomalía es precisamente el altísimo flujo de caja del que disponen los operadores y que generalmente no reinvierten en progreso y abaratamiento de servicios, sino en comprarse uno a otro. El episodio-símbolo de este far-west de las TIC, que pagamos a diario de nuestros bolsillos, es la reciente resurrección de AT&T. Comprada en noviembre pasado por SBS por 16 millardos, el nuevo conglomerado – que recuperó su vieja denominación – absorbió amistosamente el 5 de marzo pasado a Bellsouth por la bicoca de 67 millardos (vez y media nuestro presupuesto nacional). Alcanzados así los 160 millardos de capitalización bursátil, los 100 millardos anuales de ingresos brutos, los 54 millones de clientes en telefonía móvil y los 10 millones de abonados Banda Ancha, la ayer evaporada AT&T por fuer de una ley antitrust, vuelve a semi-monopolizar las telecom norteamericanas; anuncia el despido de 10.000 empleados y deja a Qwest de único operador independiente sobreviviente.
¿Dónde quedaron los grandes principios antimonopolios de tratados internacionales y constituciones nacionales, las autoridades supranacionales y nacionales del anti-trust, la defensa del consumidor, el INDECU y su indecoroso silencio? ¿De qué “Sociedad de la Información” se nos habla, cuando ella raya en la usura y segrega cada día más a los menos favorecidos?
