Vencer al secuestro
En estos 10 años de Gobierno, las cifras de secuestros que han salido a la luz publica, en una mezcla de datos oficiales, es muy confusa y quizá maquillada. Pero lo que es cierto es que el problema se ha multiplicado y se piensa que más de 2500 personas han sido secuestradas en los últimos años.
De acuerdo al seguimiento de FEDENAGA, desde el 2002 hasta ahora todavía quedan 137 venezolanos desaparecidos, cuyos casos no han sido resueltos y podrían estar todavía en cautiverio.
Durante el 2008, la cifra total de secuestros ascendió a 308 casos, de los cuales una cuarta parte fueron jóvenes estudiantes. Y en lo que llevamos del 2009 ya se cuentan 135 casos, y la proporción de jóvenes aumento hasta un tercio de la cifra total.
Y estas cifras solo reflejan los casos mas emblemáticos, ya que aparte de todos aquellos que nunca fueron denunciados, en los últimos años se ha registrado una escalada en las principales ciudades de nuevas modalidades como el “Secuestro Express”, que la mayoría de los casos nunca son reportados ya que son solucionados directamente entre los familiares y los secuestrados.
Una prueba clara que para este Gobierno este tema no le interesa en lo absoluto es la increíble situación ocurrida con la promulgación de la Ley contra el Secuestro y la Extorsión. Apenas publicada recibió criticas por parte de la Fiscal General de la Republica, ya que una de las reformas incluidas contempla el congelamiento de bienes de las victimas y sus familiares y la prohibición de solicitar créditos para cubrir el pago de los rescates, lo cual podría incidir significativamente en que se realicen menos denuncias y por tanto aumente la impunidad en estos delitos.
Como lo hemos propuesto anteriormente, una de las principales atribuciones de la nueva Policía Nacional que esta conformándose debe ser precisamente todo lo relacionado al crimen organizado, y los secuestros es una de sus formas mas claras. Que se consoliden los cuerpos de inteligencia dedicados solamente a este tema, especializados en su seguimiento y desarticulación.
En lugar de tener a funcionarios persiguiendo a venezolanos que piensan distinto al Gobierno, o a organismos de orden publico haciendo expropiaciones o echando gas del bueno a manifestaciones, si este Gobierno pensara realmente primero en los venezolanos este drama profundo de los secuestros ya hubiera tenido una respuesta contundente.
