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Relegitimación y renovación de partidos políticos

La Asamblea Nacional aprobó en días pasados, un Acuerdo en defensa del derecho al sufragio que tenemos los venezolanos ante el silencio del Poder Electoral respecto del Proceso de Referendum Revocatorio Presidencial, Elecciones Regionales y Municipales, exigiendo la publicación de un cronograma electoral para este año. Así fue como los diputados se dirigieron al CNE con esta petición, acto seguido la reacción no se hizo esperar y el martes pasado, el Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó el calendario electoral 2017.

Estos anuncios tardíos, inconsultos y claramente inconstitucionales, realizados por el máximo organismo comicial del país, ponen en jaque en primer lugar a los partidos políticos que deben atravesar por un proceso largo y tortuoso de renovación y relegitimación, de acuerdo con la orden del TSJ. Me pregunto entonces: ¿dónde quedó aquello de la separación orgánica de poderes? Pues todo bien gracias, resulta duro y difícil de entender que un poder autónomo como el   CNE, en este caso, no se regule a través de normas y por el contrario, obedezca en su actuación y funcionamiento a los dictámenes jurídicos de otro poder autónomo, esto es, el Poder Judicial.  

De conformidad con el cronograma del calendario planteado, se establecieron los meses de marzo y abril para realizar las elecciones primarias de las organizaciones políticas que así lo soliciten,  las elecciones regionales quedaron previstas para finales del primer semestre de este año y los comicios municipales quedaron pautados para el segundo semestre del año 2017.

El tema está ahora planteado en los términos de la renovación y legitimación de las nóminas con fines políticos que no obtuvieron el 1 % en las elecciones de la Asamblea Nacional en 2015, se indicó que de acuerdo a consulta que elevó al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), se realizarán estas actividades en un lapso de duración de 90 días.

Este proceso de legalización y renovación de los partidos políticos, a saber, ­62 en total­, ante el Consejo Nacional Electoral,  ordenado por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, como mencioné antes, de acuerdo a la opinión de muchos, resulta engorroso y lento.

El TSJ impuso esta limitante mediante una orden administrativa, dirigida al CNE, lo que es ilegal por cuanto lo correcto era la aprobación de una Ley que consagrara el procedimiento. Una Ley aprobada por la Asamblea Nacional.  Sin embargo, la norma, de siete páginas, fue publicada en Gaceta Electoral, consagrando que los lapsos para la renovación comenzarán a correr a partir de esta semana, eso, si el CNE publica el aviso de notificación estipulado en los medios de circulación nacional.

Una vez Listo el cronograma, el procedimiento indica que las autoridades partidistas deben consignar su solicitud de renovación en un plazo de cinco días, contados a partir de la publicación del mencionado aviso. Los partidos deben informar a la Oficina Nacional de Participación del Poder Electoral en cuáles estados recogerán firmas y quiénes son los responsables regionales. El CNE da un lapso de tres meses para la inscripción, que será automatizada (con captahuellas). Aquellos que no soliciten la renovación serán anulados y no podrán postular candidatos a las 23 gobernaciones. Igual pasará con los que no consigan las firmas requeridas en 12 estados.

A todas luces, pareciera que este proceso ocupará por completo el accionar del Poder Electoral en los próximos meses, pues debe atender las solicitudes de todos los partidos de manera automatizada, es decir, a través de  máquinas captahuellas eso además de la debida asistencia que debe prestar en la búsqueda de firmas, de manera que todo el personal electoral estará dedicado a atender a los partidos, de derecha y de izquierda, de modo que técnicamente por imposible se descarta un escenario electoral. 

Este esquema y en general el procedimiento de legalización de los partidos políticos, anunciado por el Consejo Nacional Electoral, reitero, resulta materialmente inviable. Y como siempre la cuerda se rompe por lo más delgado, de modo que los más perjudicados serán los partidos pequeños que al no poder cumplir lo preceptuado, tienden a desaparecer.

Igualmente, es lógico pensar las dificultades cronológicas que se plantean para la realización de los comicios planteados para este año, por las trabas burocráticas y lo complicado de este sistema, a mi juicio y lamentablemente los lapsos no darán, por lo que de esta manera se desvanece la posibilidad de realización del referéndum revocatorio, ofrecido para principios de año, pero no solo eso, sino que además  habrá que indefectiblemente suspender las elecciones de gobernadores y consejos legislativos, previstos para fin de año e incluso las municipales, o unirlas en todo caso, para finalmente realizarlas en 2018, así estamos.

Creo que aun no se comprende que Venezuela atraviesa una crisis política, social y económica y que se requieren cambios urgentes en la dirección del país, que con eso no se juega porque se está poniendo en peligro el sistema democrático y la voluntad de un pueblo que sufre y padece diariamente la situación que a estas alturas nos arropa a todos.  La tapa del frasco, es decir la guinda de la torta, es que ahora para completar el CNE, en lugar de facilitar la participación de partidos políticos, todo lo cual es una de sus tareas fundamentales y en detrimento de la participación ciudadana, irresponsablemente aprueba normas restrictivas, que dilatan y cercenan el derecho al ejercicio al sufragio y matan inmisericordemente la posibilidad de realizar los procesos electorales que debían realizarse este año.

Ante esta situación los venezolanos, todos unidos, debemos levantar nuestra voz de protesta en defensa de nuestros derechos constitucionales y legales y exigir al CNE el respeto a la institucionalidad, la separación orgánica de poderes, el cumplimiento de sus funciones y la transparencia en su proceder, mientras eso no ocurra no solo mueren los procesos electorales, entendamos de una vez por todas que con ellos nuestra democracia que ya se encuentra en terapia intensiva amenaza con morir definitivamente, más temprano que tarde.

@mauxi1

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