Día del Estudiante Universitario se conmemora bajo la sombra de la crisis
La semana del estudiante universitario inició bajo las sombras de un país sumergido en una profunda crisis económica y política que mantiene a todas las casas de estudio en una lucha titánica por mantenerse en pie y por seguir dando luz a la nación.
Este 21 de noviembre se conmemora la gesta cumplida por los estudiantes de la Universidad Católica Andrés Bello y de la Universidad Central de Venezuela, quienes un día como hoy en 1957 se alzaron contra el régimen de Marcos Pérez Jiménez, precedidos por la huelga que promovieron los estudiantes de los liceos Fermín Toro, Juan Vicente González, Andrés Bello, Razetti, Caracas y la escuela Miguel Antonio Caro.
El estallido de la huelga estudiantil provocó la toma de la Universidad Central por parte de la Seguridad Nacional, la detención de estudiantes y un revuelo social que condujo, el 23 de enero de 1958, a la huida del dictador Marcos Pérez Jiménez.
Hoy, 60 años después, la lucha de los estudiantes de las universidades de todo el territorio nacional se mantiene. La crisis presupuestaria, el déficit de transporte, la falta de comedores, la escasez de insumos y la inseguridad son solo algunas de las razones que agudizan la crisis del sector universitario y por las que este miércoles los estudiantes conmemorarán su día con una asamblea para debatir sobre las dificultades a las que se enfrentan.
La Plaza del Rectorado de la Universidad Central de Venezuela será el escenario de una asamblea que iniciará a las 9 a.m. y contará con la participación de los estudiantes universitarios que, junto a la comunidad en general, podrán debatir y tomar postura sobre la situación actual del sector educativo a nivel nacional.
🇻🇪 #UCV @GabyGabyGG: Estudiantes de la UCV convocan a una Gran Asamblea Universitaria en la Plaza Cubierta #UCV el #21Nov a las 9:00AM para tomar acciones contra las becas miserables, fallas en los servicios de transporte y comedor y contra la inseguridad. pic.twitter.com/mhU6Hi2eaY
— El Universitario (@eluniweb) November 19, 2018
También, la Plaza del Estudiante de la Universidad Católica Andrés Bello, mejor conocida como Plaza Mickey, albergará a los estudiantes de esta casa de estudios, quienes se unirán en asamblea para hablar sobre la crisis nacional que afecta al sector universitario y cómo actuar ante ella.
Presupuestos insuficientes
Andrés Aguilar, miembro del centro de estudiantes de Psicología de la UCAB, informó que desde que se llevó a cabo la reconversión monetaria el pasado mes de agosto, las tablas salariales fueron eliminadas para intentar paliar la inflación y el déficit presupuestario de la universidad.
Todo el personal de la Universidad percibe el mismo salario de 1.800 bolívares soberanos, desde el personal de mantenimiento hasta los profesores o directores de escuela, afirma Aguilar.
La Universidad, acota el consejero estudiantil de la UCAB, ha hecho reuniones con los estudiantes para dar a conocer los gastos que deben asumir. «El 50% del presupuesto de la Universidad se adquiere mediante financiamientos solicitados a la banca pública y privada y el otro 50% viene dado por la matrícula. Esto se hace para aligerar un poco el costo del semestre a los estudiantes y mantener la matrícula semestral y no mensual, como ocurre en otras casas de estudio debido a los altos índices de inflación» explicó.
Mientras tanto, la máxima casa de estudios del país enfrenta un déficit presupuestario de más de 60% que afecta tanto a los salarios de los docentes y todo el personal de la Universidad como a las actividades que se realizan dentro de la institución en materia de investigación, cultura, deporte, infraestructura y tecnología.
Alfredo García, presidente adjunto de la Federación del Centro de Estudiantes de la Universidad Central (FCU-UCV), informó que el presupuesto que le entregó el Estado a la Universidad para este año fue de solo el 30% de lo solicitado, de lo cual un 90% va dirigido al pago de la nómina de trabajadores y personal jubilado.
«Poco menos del 10% es lo que se destina para los recursos estudiantiles que incluyen infraestructura, comedor, transporte y demás servicios. Los recursos para mantener la Universidad son escasos y el presupuesto desde hace más de 10 años es insuficiente e irrisorio», afirma García.
Falta de insumos es crítica
Ante la falta de recursos otorgados por el Estado, conseguir los insumos necesarios para las prácticas y actividades en general de los estudiantes de la Universidad Central es una hazaña que han tenido que cumplir por sí mismos.
Los estudiantes de Bioanálisis de la UCV, realizaron el pasado viernes una jornada de recolección de insumos para la escuela en la plaza Alfredo Sadel de Las Mercedes, ya que ésta se encuentra a punto de un cierre técnico, según reseñó el diario El Universal.
Yunalivi Ruiz, miembro del centro de estudiantes de esta escuela, explicó que la colecta se realizó debido a que la escuela no tiene los recursos suficientes «ni para comprar un jabón». Además, destacó que ya no les quedan materiales para seguir con las prácticas, y que por ese motivo se vieron en la necesidad de salir a la calle, y confiar en que reciban ayuda para que la escuela no cierre sus puertas.
Por su parte, los estudiantes de la escuela de Estudios Políticos y Administrativos de la máxima casa de estudios del país, realizaron el pasado 2 y 3 de noviembre una recolección de insumos básicos para la escuela, tales como hojas blancas, hojas de exámenes, carpetas, grapas, tijeras, marcadores de pizarra, borradores de pizarra, bolsas negras, papeleras, palas y otros materiales necesarios para el cumplimiento de sus actividades.
La situación más dramática la padecen las escuelas de salud de esta casa de estudios, las cuales, de acuerdo con dirigentes estudiantiles se encuentran «a punto del cierre».
La falta de agua es el problema más grave. De acuerdo con Jesús Mendoza, secretario general de la facultad de Odontología, los estudiantes solo pueden atender a sus pacientes, por turnos, en el primer piso de la Facultad, que es donde llega el agua con mayor presión. Los demás pisos se encuentran sin servicio eléctrico y sin suministro de agua; esto, sumado a la falta de equipos ha hecho que la cantidad de pacientes que atienden se reduzca de 1200 a solo 150 aproximadamente.
Alimentación y transporte llevan a estudiantes a abandonar su carrera
Debido a problemas de filtraciones en el área de la cocina y falta de mantenimiento de la caldera, el comedor de la Universidad Central de Venezuela no se encuentra operativo desde hace varios meses y desde hace dos años no da continuidad en el servicio. Esto ha afectado gravemente a los estudiantes que por diversas razones deben permanecer durante todo el día en el recinto.
Al respecto, Alfredo García denunció que el monto que otorga el estado para garantizar este servicio a los estudiantes es de 0,10 bolívares soberanos por bandeja.
Respecto al servicio de transporte, dirigentes estudiantiles confirman que hoy en día solo funcionan siete unidades de las 80 que se encontraban operativas anteriormente y no todas las rutas se encuentran en funcionamiento.
«El transporte de la Universidad Central ya cumplió su vida útil. Las pocas unidades que están parcialmente operativas no cuentan con servicio de aceite, cauchos ni repuestos, por lo que vulneran la seguridad del estudiante y el derecho fundamental a recibir educación», dijo García.
He tenido compañeros que han abandonado la carrera por no tener cómo acceder a la Universidad, pues hay varias rutas de transporte que no están funcionando y las unidades son insuficientes para la población estudiantil, afirma Vanessa Suárez, miembro del centro de estudiantes de la escuela de Psicología de la UCV.
La beca otorgada por el Estado a los estudiantes actualmente es de 4 bolívares soberanos, una cifra que no representa nada en relación con los costos de transporte o alimentación, tomando en cuenta que el pasaje mínimo en transporte terrestre es de 5 bolívares soberanos y que, en el caso de los estudiantes que habitan fuera de la ciudad capital, pueden pagar hasta 50 bolívares soberanos para trasladarse a sus hogares.
Infraestructura y servicios en detrimento
Debido a la falta de presupuesto, los estudiantes de la escuela de Psicología de la UCV han tenido que prescindir del servicio de limpieza por no tener cómo costearlo.
«Nos hemos visto en la obligación de organizar jornadas de limpieza entre nosotros mismos, y tratar en lo posible de cuidar nuestros espacios. Es difícil, pero tratamos de que la colaboración sea de parte de todos», comentó Vanessa Suárez, miembro de la escuela.
Asimismo, acotó que el edificio de Faces se encuentra sin baños operativos por falta de mantenimiento y deben hacer un recorrido por otras facultades para poder hacer uso de este servicio.
La inseguridad, afirma la estudiante de Psicología, es uno de los problemas que emocionalmente afecta en mayor medida a los estudiantes. «Está en discusión la medida de eliminar el turno de 5 de la tarde a 7 de la noche porque representa un riesgo para la vida de los estudiantes y profesores, la Universidad no cuenta con iluminación y al caer la noche el panorama es aterrador» expresó.
Al respecto, el presidente adjunto de la FCU-UCV, asegura que en las puertas del recinto se encuentran diariamente no menos de 100 funcionarios de seguridad, sin embargo, afirma, «están ahí solo para reprimir al estudiante, al profesor y a cualquiera que quiera expresar su descontento».
El éxodo de estudiantes y profesores es la consecuencia de la profunda crisis por la que atraviesan las universidades del país. Tanto alumnos como docentes han abandonado las aulas en busca de una mejor calidad de vida fuera de Venezuela.
El representante estudiantil Alfredo García, afirma que más del 40% de los docentes han renunciado a esta casa de estudios. «La ausencia de profesores es notable, y esta falta vulnera la calidad educativa que recibimos. Aunque se ha hecho un gran esfuerzo por contratar profesores de gran excelencia académica, los salarios no son competitivos», agregó.
Andrés Aguilar, estudiante de la UCAB, afirma que la figura de «preparador estudiantil» ha sido de gran apoyo para paliar la falta de profesores cuando estos se retiran de la institución, mayormente, porque se van del país. Explica que los estudiantes de semestres más avanzados apoyan con clases a los estudiantes que están ingresando mientras logran conseguir un nuevo docente.
Para Isabel Riobueno, estudiante de la escuela de Psicología de la UCV, lo que mantiene a la Universidad es el amor de cada estudiante que vive su experiencia en el recinto, pero asegura que necesitan apoyo de las autoridades y del Estado.
Los profesores trabajan por hacer un aporte a la sociedad mediante la formación de los profesionales que tanto necesita el país, pero la remuneración que reciben no es representativa para su labor, agregó Riobueno.
Pese a la crisis, los estudiantes insisten en que no se deben abandonar los espacios. «Tenemos que entender que somos entes activos, no nos podemos quedar de brazos cruzados ante la terrible situación que estamos viviendo, por eso luchamos», enfatizó Vanessa Suárez.
«Estoy convencida de que si nosotros no ocupamos nuestros espacios, otros lo harán y no de la mejor manera, por eso tratamos de organizar actividades para hacer escuela y que la gente se quede, somos parte de esta comunidad y somos nosotros los que hacemos la Universidad», concluyó.
Este 21 de noviembre, los estudiantes no solo conmemoran a los precursores de la democracia en la nación, también recuerdan y homenajean a aquellos que perdieron la vida en las protestas antigubernamentales del 2014 y 2017 y no pudieron continuar su sueño, así como a todos los que desde las aulas de clase se encuentran aún luchando.
García, aseveró que la situación de las universidades no va a cambiar sin que antes exista un cambio de gobierno, el cual, a su juicio, pretende asfixiar y controlar a las casas de estudio.
El gobierno quiere controlarnos porque le somos incómodos a un régimen totalitario que no quiere que pensemos libremente. Para que exista una mejor universidad debe existir un mejor gobierno y un mejor país, concluyó.
