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El 90% de los cuidadores de adultos mayores con enfermedades neurodegenerativas llegan a agotarse

La neuropsicóloga, Katherine Vergara, quien también labora en el Hogar La Ponderosa, refiere que el cuidado de un paciente con trastornos neurocognitivos es muy demandante

Tener la responsabilidad de cuidar en casa a un adulto mayor con problemas neurodegenerativos como el alzhéimer, una enfermedad que implica dependencia y que cada día avanza hacia una condición más acentuada, puede desencadenar en el familiar responsable una serie de síntomas emocionales y físicos que deben tratarse a tiempo.

La afirmación corresponde a la neuropsicóloga, Erika Pazmiño, quien labora en la residencia y centro integral para adultos mayores Hogar La Ponderosa, ubicado en Caracas, quien explicó que el 90% de los cuidadores de adultos mayores con patologías neurodegenerativas suelen sufrir de lo que se conoce como “Síndrome de sobrecarga del cuidador” o “síndrome del cuidador quemado”.

La especialista detalla que, si no se atiende o busca ayuda a tiempo, el cuidador se va agotando “y puede sufrir de aislamiento social y además presentar síntomas como ansiedad, tristeza, sentimientos de culpa, irritabilidad e incluso puede afectar su forma de tratar a ese paciente que amerita de ayuda”.

El Day Care puede  ayudar al cuidador

Por su parte, la neuropsicóloga, Katherine Vergara, quien también labora en el Hogar La Ponderosa, refiere que el cuidado de un paciente con trastornos neurocognitivos es muy demandante y por ello en centros de atención como el Hogar La Ponderosa, cuentan con personal calificado y programas para apoyar también al cuidador.

Vergara afirma que “nadie puede dar lo que no tiene” y si el cuidador familiar no tiene calma no podrá pedir ayuda con calma.

“El cansancio acumulado puede verse de distintas maneras, incluso con la negación de su propia situación, descuida sus citas médicas, deja de ingerir las tres comidas, no duerme bien y pueden manifestarse disrupciones y conflictos familiares, incluso hacer la solicitud de ayuda de forma explosiva y con mucha carga de irritabilidad por el agotamiento”, afirma.

Advierte que la idea es evitar llegar a ese punto de explosión en el que incluso podría, sin intención, maltratarse al paciente. “Hay que estar alertas a los síntomas del ‘Síndrome del cuidador’, entre ellos el aumento de los hábitos tabáquicos, del alcohol, incluso de los hábitos cafeínicos. Este tipo de acciones pueden indicar que se necesita ayuda”.

Explica además que estas situaciones deben hablarse en familia, y aunque siempre existe un cuidador principal, y algunos familiares no tienen tiempo para cuidar al paciente pueden apoyar en la parte financiera y poder asumir por ejemplo un Day Care, que es un programa  que tiene Hogar La Ponderosa, mediante el cual se atiende al paciente durante varias horas del día, tiempo durante el cual reciben estimulación neurocognitiva, fisioterapia y contacto social con pares, mientras el cuidador familiar puede recargar su energía.

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