¿Cuál es Nuestro Tesoro?
Maritza Meszaros
Cuando sentí el primer temblor estaba en la cama. Me levanté rápidamente. El movimiento paró. No escuché, como en otras ocasiones, el ruido de los vidrios vibrando. Mis 3 hiios dormían plácida y profundamente. Decidí no despertarlos. El segundo temblor me hizo cambiar de opinión. Los desperté y les dije que estuvieran listos. ¿Cómo me alisté yo?. Puse mi biblia, mi pasaporte, unas canillas y una botella de agua al lado de la puerta. Me puse los zapatos y una chaqueta en la cual coloqué mi celular, el cargador portátil y el cable. Eso fue todo. Verifiqué que las llaves estaban en su puesto.
Gracias a Dios, solo hubo unos temblores menores posteriores y todo regresó a la calma. Si no hubiera despertado a mis hijos ellos ni se hubieran enterado.
En los días subsiguientes me preguntaba qué pasaría si uno perdiera de un segundo al otro todas sus pertenencias materiales. La verdad es que de todo lo que tengo en mi casa, solo se me ocurrió llevarme conmigo lo que indiqué anteriormente. Algo de comer, algo de beber, algo para comunicarme, una identificación y mi alimento espiritual…Aparte de eso, lo único importante eran mis hijos y demás seres queridos.
Es en momentos como estos cuando realmente sabemos qué es lo importante para nosotros…No sirve de nada acumular… Eso no nos dará la felicidad y todo lo material se puede desvanecer en un instante. Nuestros tesoros deben ser las personas que amamos, nuestros valores y principios, nuestro alimento espiritual y la posibilidad de comunicarnos. Aprendamos a poner nuestro corazón en lo realmente importante y vivamos evidenciando cuáles son nuestros tesoros y dándoles prioridad.
Cada día es una nueva oportunidad…un nuevo comienzo…Vivamos cada día como si fuera el último!. Prendamos una vela y pasemos la luz!.