ELIE SAAB presentó su colección «Primavera-Verano 2017»

Desde su gran Nilo, elogiado por la poesía, la literatura, la música y el arte, regando la imaginación de los árabes durante generaciones, a su pueblo, su ingenio y preservación de la cultura, Egipto ha sido fuente de luz, de inspiración y de riqueza para las civilizaciones; Un guardián de la memoria árabe. Para el verano de primavera de 2017, ELIE SAAB rinde homenaje a una época árabe que nos dejó un valioso patrimonio cultural y artístico.

Disfrutando de una atmósfera de estabilidad y libertad a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, Egipto recibió a viajeros y migrantes del Levante. Allí, pudieron expresarse y su talento creativo, transformando a Egipto en un centro de progreso y permitiendo que la cultura árabe floreciera.

El período de los años 40 a 60 en Egipto fue cuando la música árabe vio su ascenso al estrellato, a través de la influencia de los artistas egipcios, libaneses y sirios como Oum Kalthoum, Leila Mourad, Mohamad Abdel Wahab, Farid Al Atrash, Nour el Hoda y Sabah; Cuyas voces, canciones, melodías y letras habitaron las almas de las audiencias de habla árabe en todo el mundo.

Allí se encuentra la mujer ELIE SAAB Primavera 2017, que es un reflejo de esa época de oro y una musa para la mente creativa. Es una mujer que aprecia la excelencia artística, la riqueza cultural y la sofisticación: fuerte pero delicado, elegante y libre.

ELIE SAAB viajó en el tiempo, inspirándose en el eterno grupo de talentos de aquella época: a una escena donde la voz encantadora de Leila Mourad se une a la pasión de Nour el Hoda por el canto. Donde la estatura artística de Mohammad Abdel Wahab conversa con el encanto y el encanto de Omar Sharif. Donde las naturalezas seductoras de Hind Rostom y Sabah coquetean con la sensibilidad de Farid Al Atrash, y donde el talento ligero pero maduro de Shadia se encuentra con el carisma y el romance de Abdel Halim Hafez

Haciendo un homenaje a esta mujer, ELIE SAAB revela una actitud aguda y creativa sobre los patrones orientales y líneas arquitectónicas que forman símbolos y formas de estrellas, apareciendo en vestidos largos, voluminosos o medianos.El bordado intrincado ilustra las palmeras que reflejan la altura y la gracia de aquellos en la ciudad de Doumyat mientras las escenas inolvidables de los barcos que bailan en el Nilo recuerdan, en una neblina dream-like, las telas ligeras, fluidas de la colección que se construyen para flotar en su brisa.

El bordado inspirado en la caligrafía árabe también cubre telas suaves y transparentes como tul, encaje y mousseline.

Y mientras que algunas siluetas son suaves, con la tela delicadamente drapeando alrededor de los hombros, otros cortes angulares revelan partes de la parte posteriora y acentúan la belleza del cuello. Accesorios fusionan la modernidad de la forma con el atractivo clásico de las piedras. Son una reinterpretación de estilos de una época en la que las «estrellas» llevaban batas llamativas, pintaban sus labios y abrazaban su feminidad. Es a través de matices de gris y tonos de azul, blanco y rubor que ELIE SAAB inyecta luz y color en esas imágenes en blanco y negro que se inmortalizan en nuestras memorias

Y es su toma creativa la que vuelve a dar vida a esos momentos mágicos del pasado.